Alicia Giubergia reclama por la muerte de Alejandro Larose: “La Justicia lenta no es Justicia”

En una carta abierta, la exintendenta de Pasco y madre de Alejandro Larose, Alicia Giubergia, reclama conocer qué ocurrió en verdad durante el trágico accidente donde su hijo perdió la vida hace dos años.

En el texto, comenta su impresión luego del contacto que mantuvo con funcionarios judiciales y la falta de respuestas hasta el momento. Afirma que ni siquiera pudo acceder a los resultados de la autopsia y que los testigos aún no fueron llamados a declarar.

A continuación, se reproduce el texto completo enviado a El Regional Diario Digital.

“Me costó muchísimo ir por primera vez a Tribunales para hablar de la muerte de mi hijo.

Yo entiendo que la Justicia es lenta y también entiendo que las leyes son para aplicarlas y no para interpretarlas.

Entiendo que nadie me va a devolver a mi hijo, porque tuve una historia similar hace un tiempo atrás, cuando mataron a mis padres en un accidente en la ruta 6, con abandono de persona.

No se hizo sumario, investigación, nada. Yo era intendenta y no hice nada tampoco. La persona que los mató vive a una cuadra de mi casa. Lo perdoné.

Pensé que ahí no servía el poder o la autoridad que yo tenía para que ese hecho se aclarara. Pero, al tiempo, me entero que esta persona decía ‘Yo creí que Alicia se iba a quedar con un campo’.

De eso pasaron 18 años y ahora, a dos años de la muerte de mi hijo, necesito saber, tener al menos el papel con los resultados de la autopsia que le hicieron. Para conocer qué pasó realmente.  

No solo para mí y nuestra familia. Si no para todos aquellos que aún se interrogan qué ocurrió en realidad. Y también para quienes sostienen con algo de malicia que, quizás, venía ‘pelotudeando’ con el teléfono.

Me dijeron entonces que la madre siempre iba a ser recibida por las autoridades judiciales.

Después de dos años lo hicieron, con todos los protocolos y el turno pedido, pero me contestaron que no podían darme ninguna información si no iba con un abogado.

Ahora, yo pregunto: ¿cómo hace la persona que no tiene para pagar a un abogado para juntarse con esos papeles?

Pero, no es eso lo que más me motiva a hacer esta declaración.

Cuando la fiscal me dice que debía ir con un abogado, yo le planteo que de todas formas el resultado de la autopsia, debían comunicárselo a los familiares. Tienen el deber moral de hacerlo para disipar dudas.

Yo le comenté que sabía lo que le había pasado a mi hijo, que no venía boludeando con el teléfono porque el aparato se quemó junto con su cuerpo, y porque tenía las dos muñecas quebradas en el mismo lugar.

La fiscal me pregunta: ‘Y usted, ¿cómo sabe eso? Porque acá no se va con chusmeríos’.

¿Chusmeríos?

El padre de mi hijo y un tío tuvieron que reconocer el cuerpo, y pudieron reconocerlo por los tatuajes. Y en ese reconocimiento evidenciaron ambas quebraduras en las muñecas. Uno de ellos, es médico y lo corroboró.

Señora fiscal, no es chusmerío, es lo que nosotros como familia hemos deducido que ocurrió. No venía boludeando con el teléfono.

Por otro lado, hay una lista de testigo que piden hablar. Pero, me contestaron que están muy ocupados para detener a chorros y violadores. Así que hay algo positivo en esto: que van a detener a todos los chorros y violadores.

Me compadezco de aquellos que no pueden llevar a un abogado. Tampoco fui yo con uno, porque pensé que una autopsia de tu hijo es importante para la familia y que no había tanto requisito para que la compartieran.  

Entiendo que no hayan tenido tiempo para citar a los testigos. Pero, espero que no pasen muchos años hasta que los convoquen a declarar, porque están esperando para hacerlo.

No es chusmerío, señora fiscal.

Hay testigos que dijeron cómo se cayó el fardo, porque venían detrás de mi hijo.

Hay testigos que lo quisieron correr a Ale para que no se siguiera quemando, pero explotó la moto por segunda vez.

Hay testigos que vieron la velocidad a la que iba y hay testigos que sacaron fotos a la patente, porque si no, tampoco se sabría la identidad de la persona.

Porque también hubo un policía mirando cómo se incendiaba la moto, mientras la patente se iba quemando, se ve que, sin celular para guardar registro. Lo único que hacía era observar cómo se terminaba de quemar mi hijo. Así lo muestra un video.

Este paso por Tribunales me ha dejado un dolor muy grande.

Es por todo esto que yo no reclamo Justicia, sino trabajo. Porque la Justicia lenta, no es justicia. Y hay que trabajar para que eso no ocurra.

No sé si es un pedido, catarsis personal o si es una manera de informar a todos aquellos que preguntan qué pasó.

Me queda aún la angustia por esa palabrita. ‘Chusmerío’. ‘Nosotros no estamos con el chusmerío’, me dijeron.

Nosotros, como familia, como ciudadanos comunes con derechos y obligaciones, como seres humanos, no pedimos más que respuestas, alguna certeza, para poder hacer frente a tanto dolor y tantas dudas.

Me apena muchísimo esta situación. Pero voy -vamos- a seguir esperando una respuesta.

Ojalá que la Justicia no me la siga negando”.

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