Demanda contra la UNVM: “El juez que falló en mi contra es empleado de la Universidad”

Escribe: Germán Giacchero

El juez federal de Villa María, Roque Ramón Rebak, rechazó la demanda instaurada por la contadora María Rosa Estrada contra la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), según el expediente 28780/2016.

El fallo llegó luego de cinco años y medio de presentada y a dos semanas de hacerla pública en un medio de comunicación local (en el programa «Escuchándonos», conducido por Miguel Andreis por Radio Centro).

La presentación judicial realizada el 27 de diciembre de 2016 por quien se desempeñara durante varios años como directora General de Administración, de la Secretaría Económica, tenía la finalidad de obtener la declaración de nulidad de una serie de resoluciones emanadas de la casa de altos estudios.

Se trata de la Resolución 040/2016 dictada por el Consejo Superior de la UNVM con

fecha del 6 de abril de ese año, y que resuelve el recurso jerárquico interpuesto por Estrada respecto de la Resolución Rectoral N° 850/2015; y Resolución Rectoral 009/2016 que la ratifica y rechaza el recurso de reconsideración planteado por la profesional.

La denunciante reclamaba “volver a su histórico puesto de trabajo” como directora General de Administración, luego de que tras una refuncionalización en 2015 la Universidad decidiera pasarla a cumplir funciones en una nueva área como directora General de Diseño de Políticas Administrativas.

Rebak intervino en una causa por una demanda contra la UNVM, de la cual es docente.

La contadora consideró que, aunque mantenía la máxima categoría, el traspaso significaba un puesto de menor jerarquía y la decisión institucional constituía una especie de castigo por haber denunciado previamente una serie de irregularidades en materia de compras, contrataciones y licitaciones. Ser “sacada del medio”, en sus propias palabras.

En medio de los vaivenes laborales y judiciales, la denunciante padeció problemas de salud que se extendieron en el tiempo.

Irregularidades denunciadas

Estrada puso en conocimiento -vía cartas documento- de las supuestas irregularidades detectadas por ella a funcionarios federales como el contador General de la Nación y el titular de la Auditoría General de la Nación.

También realizó una denuncia penal en la Fiscalía federal de la ciudad por falsificación de documentos públicos, donde se habría alterado un balance firmado por ella.

La causa iniciada el 30 de octubre de 2014 llevó el número de expediente 43259/2014 y estaba dirigida contra tres autoridades de la UNVM: el secretario de Economía Pablo Pagola, la vicerrectora María Cecilia Conci, y el rector Martín Gill, quien estaba en uso de licencia.

Finalmente, el juez federal subrogante, Mario Eugenio Garzón, dispuso el 16 de junio de 2017 el archivo de las actuaciones judiciales “por inexistencia de delito”.

En la reciente sentencia, Rebak rechazó estos “hechos y antecedentes” mencionados con anterioridad.

María Rosa Estrada (derecha) cuando hizo pública la demanda en Radio Centro.

¿Juez y parte?

“Este Tribunal entiende que las decisiones adoptadas por el Sr. Rector y por el Honorable Consejo Superior, supra citadas, son perfectamente válidas, por lo que, en consecuencia, la demanda instaurada debe ser rechazada”, concluye el fallo dictado días atrás por el juez Rebak.

Tras conocer el resultado, Estrada aún se interroga por qué el juez no se apartó de la causa cuando se desempeña como docente del Departamento de Ciencias Humanas de la UNVM.

“El Sr. Juez Federal, Ramón Rebak sentenció a favor de su empleador, la Universidad Nacional de Villa María, y rechazó mi demanda y reclamo para volver a mi histórico puesto de trabajo. No lo recusé, porque me enteré después”, reclama la contadora.

“Hubo desprolijidad y puedo pensar que hay una asociación con la UNVM, porque no se apartó en este caso, mientras que en otros sí lo hizo”, remarcó.

La profesional contable se refiere, por ejemplo, a una causa aún sin resolver contra la casa de altos estudios local. En el expediente 046967/2014 consta que la llevó adelante la firma DLR SRL por irregularidades en un proceso licitatorio donde la empresa ganadora oriunda de la provincia de Tucumán había presentado “una propuesta por un servicio inferior al que pedían los pliegos”.

Rebak se apartó por ser docente universitario y, en principio, la causa recayó en el juez Garzón.

“Es altamente sospechoso para el común de los mortales que después de casi dos años de cajoneada la resolución de mi demanda, pero a menos de una semana de mi denuncia pública, se haya emitido la sentencia. ¿Tendría algo que ver la relación laboral vinculante entre el Sr. Juez y la Universidad?”, se interroga Estrada.   

El fallo de la Justicia Federal fue favorable para la Universidad Nacional de Villa María.

En primera persona

A continuación, se reproducen fragmentos del testimonio ofrecido por la contadora a este medio, en relación con lo que califica como una dura batalla por recuperar su histórico lugar de trabajo.

  • “Estoy desde el comienzo en la UNVM, tengo el legajo número 9. Durante los 8 años de mandato de Carlos Domínguez como rector fue algo excepcional. Yo me refiero a mi campo de competencia, las finanzas y la economía, no tengo nada que ver con la cuestión académica. Ingresé como directora General de Administración, cargo que mantuve hasta 2014”.
  • “Desde 2008 empieza una situación bastante conflictiva, yo era responsable de hacer cumplir la legislación nacional vigente en materia económica. Las licitaciones, por ejemplo, tienen un proceso reglamentario. Comenzaron a darse irregularidades muy grandes, como pretender adjudicar obras o compras a los que no eran los primeros adjudicatarios por ley, flexibilizando la situación para que los amigos del poder tuvieran mayores posibilidades de llegar”.
  • “Te cito el caso de una empresa que no tenía antecedentes en el rubro y le adjudicaron sin tener mayores méritos la forestación del campus. Un ejemplo entre tantos. Como veía situaciones muy complicados comencé a denunciarlos. Fue así hasta que en un año determinado firmo un balance, pero adulteraron un trabajo que yo hice, cambiaron unas hojas y no colocaron mi firma.
  • “Hice la presentación en los organismos en Buenos Aires, pero me equivoqué en la denuncia judicial al plantear la adulteración de documento público, cuando no lo era, porque no había salido de la Universidad. Ellos se agarraron de eso y lo mandaron a archivo. Fue un hecho de forma y no fondo”.
  • “No pertenezco a ningún partido político, solamente voy por el camino que debería ser la Argentina. Fue una carrera muy desigual, empezaron a coaccionarme de una manera que estuve con tratamiento psicológico. Decidieron sacarme del medio, pero no pudieron iniciarme un sumario, porque todo lo mío estaba respaldado con argumentos jurídicos”.
  • “Entonces hicieron una división de área dentro de la Secretaría Económica. Yo tenía 14 personas a cargo, pero me separan de la Dirección General de Administración, generan una nueva Dirección (General de Diseño de Políticas Administrativas) y me mandan al séptimo piso de la torre Gálata, donde estaba sola, sola, sola. Me sacaron del cargo, me conservaron la categoría, con todos los honores dichos en la resolución”.
  • “Me usaron como ejemplo general que se aplicó a la Universidad, porque se decía que María Rosa era ‘intocable’. A partir de ahí, más de uno se calló la boca, bajó la cabeza y siguió trabajando sin decir absolutamente nada. El día que me sacaron, me desmantelaron el escritorio delante de todos. Me desterraron”.
  • “Así empiezo, en 2014, una lucha administrativa cubriendo todos los canales para solicitar volver al lugar de donde me sacaron. Luego, me ignoraron por completo. Con la pandemia, me dijeron que debía trabajar en casa por mi edad. Cuando volvieron a ingresar a trabajar, no me dejaron ir a trabajar, ni siquiera me dieron trabajo online. ¡Lo importante que habrá sido de importante el área que crearon!”.
  • “En octubre de 2020 se termina el proceso y el juez solo debía dictaminar. Pero pasaron casi dos años. Con este fallo yo podría acudir a una instancia superior, pero no lo voy a hacer porque ya cumplí los 65 años y estoy a un paso de jubilarme. ¿Por qué durante dos años no sacaron nada y lo hicieron ahora después de la denuncia pública? Una demanda a nivel superior no tiene sentido, ya que cae en abstracto porque no tengo más posibilidades de volver al lugar donde estaba, porque me voy a jubilar”.
  • “Como estaba en el área económica, no me enteré que el juez (Rebak) era docente de la Universidad. Si no, lo hubiera recusado desde el primer momento, pero no me di cuenta. Te das cuenta la desprolijidad. Tengo todo el derecho de pensar que hay una asociación directa entre el juez y la Universidad, porque en otros casos se apartó y aquí no. Es un derecho inalienable que tengo de pensar eso, creo yo”.
  • “Cada uno sabe lo que hizo. Yo duermo tranquila, a pesar de que esto significó un cimbronazo muy grande en mi vida. Ellos fueron muy perversos con las personas que quisimos trabajar en el ámbito de lo correcto”.

Leé la sentencia:

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