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[Entrevista exclusiva] Alicia Peressutti: “Me siento una perseguida judicial, tengo la sensación que fue planificado y que querían hacerme perder credibilidad”
El miércoles 6 de septiembre, pasado el mediodía, la jueza de Control María Soledad Dottori liberó a Alicia Peressutti, ex auditora general de Villa María y actual directora de Relaciones Institucionales de la Defensoría del Pueblo de la Nación.
Desde entonces, la funcionaria se resguardó en su casa rodeada de sus afectos y, este lunes 18, rompió el silencio con una carta abierta, expresando sus sensaciones de atropello en la forma en que fue detenida. “Sentí que estaba viendo una película, había un guion y cada uno, cumplía un rol previamente asignado. Me estaban poniendo las esposas y ya estaba en todos los portales. Pan y circo”.
Está acusada presuntamente por “defraudación a la administración pública, peculado, falsificación de instrumento privado y asociación ilícita”. En exclusiva, habló con EL REGIONAL Diario Digital.
Escribe: Carolina Durand
Este martes, Alicia Peressutti, accedió a ser entrevistada por El Regional Diario Digital, dar su versión de los hechos hasta el momento y su parecer, ante el “atropello y vulneración de sus derechos”.
Ahondando en las líneas que expresaste por tu detención y traslado inmediato a Bouwer, mencionaste que ese día cerraban las listas de candidatos a intendente. ¿Estabas en alguna? ¿Pensás que puede haber un armado político detrás de lo que te pasó?
“Sí, tuve tres propuestas diferentes, había dicho que no, pero se corrió el rumor igual que yo podría estar. Quiero pensar que no tiene nada que ver y que fueron casualidades. No así, el día, la hora (al cierre de Tribunales), la forma, la rapidez de la publicación de la información. Parecía que los medios tenían la nota escrita a un click de publicarse.
Tengo la sensación que fue planificado y que, con todo esto querían hacerme perder credibilidad. En el voluntariado que hago hace tantos años, la credibilidad, lo es todo para las causas en las que uno se involucra con cuerpo y alma.
Hubo mucho apuro para sacarme el celular, donde está mi vida entera, todas mis redes sociales abiertas, cuestiones que tienen que ver con la trata (charlas privadas), el pintarme los dedos, el traslado inmediato a Bouwer (Córdoba).
Me trasladaron a mí sola, a Graciela (Sánchez) y Lorena (Pinto) las dejaron en el calabozo (en Villa María). Mientras me sacaban por una puerta, en la otra mi familia preguntaba por mí y les dijeron que no sabían nada. Me siento una perseguida judicial. En un día me revisaron tres veces, con lo implica las entradas y salidas de la cárcel y la revisación física. Estamos en la misma causa y me llevaron solo a mí.
No obstante, creo en el Poder Judicial, en las instituciones y en los mecanismos de control. Esta causa va para largo, pero, Dios siempre tiene un plan, y esto se va a esclarecer”.
¿Se te ocurre por qué la separación con las otras dos detenidas por la misma causa?
“Para quebrarme, supongo. Estuve los tres primeros días sola, en aislamiento, bajo control y supervisión medica. Creo que estaban cuidando que no me suicidara. Estaba sola, acompañada por la soledad. Todo lo que pasó fue una película, veía la situación alienada de mí misma, como observadora.
Sí, tengo que destacar que me trataron bien y después, me trasladaron a un pabellón. Estar con otras personas me ayudó a mantenerme fuerte. Estar en ese cuarto sola fue terrible. No podía entender qué estaba pasando, nunca me citaron. En marzo, con mi abogado, Darío Vezzaro, me puse a disposición y nunca me llamaron ni me imputaron.
A las 4 horas de estar el primer día, pude hablar con la subdirectora y le pedí una sola llamada para avisar a mi familia dónde estaba, no tenía ropa, ni siquiera papel higiénico. No recordaba ni los números de teléfono de lo shockeada que estaba. El dolor era inmenso, pero, me propuse estar entera.
Fue todo muy injusto. Yo no hice nada, no cometí delitos, dejé mi vida trabajando con las ONGs y la trata de personas. Cuando estás en esto, más de 27 años involucrada, dejás tu vida, se te marca en la piel y el corazón cada rescate, cada historia, cada muerte, cada abuso”.
Mencionás en tu carta que muchas veces te dijeron “Vienen por vos Alicia”. ¿Quién? ¿Por qué?
“Cuando detienen a Ernesto Lazarte, llamaron a muchos testigos de Nazareth y, desde el primero al último, a todos les hacían pregunta sobre mí. Ellos me decían que “venían por mí”. Los interrogatorios de la fiscal (Juliana) Companys apuntaban a mi persona y nada que ver con la causa de abuso por la que detienen a Lazarte. Querían llegar a mí, no sé qué hay después de acá, arriba, abajo o al costado, porque mi abogado aún no pudo acceder a la causa, sabemos solamente los cargos.
No sé a qué se refieren con “Asociación ilícita” pero, si la vinculación que quieren trazar es porque ayudé a “Mamá Antula” a gestionar fondos y programas para víctimas de trata y para jóvenes con adicciones y, porque me han visto en Nazareth, es ilógico. Las ONGS trabajamos en red y nos apoyamos entre nosotros, siempre. El trabajo de rescatar a las víctimas de trata no termina ahí, después sobreviene apoyar y ayudar para su reinserción.
Por otro lado, a Lazarte lo conocí porque mi compañero (Juan), es asistido por Nazareth, sigue en tratamiento y, Ernesto era su director. He ido como compañera, como mujer y como familia a las entrevistas con la psicóloga. Por supuesto que mucha gente me ha visto ir a Nazareht seguido, pero, si los han intimidado en las indagatorias a los testigos y no han dicho por qué me veían en el lugar, hay una intención simplemente de ubicarme en el lugar. Yo no sé qué pasaba ahí, puertas adentro”.
¿Manipularon a los testigos?
“Si sos testigo de una causa, no podés declarar asustado, cuando la gente tiene miedo, es fácil quebrarla.
Públicamente lo dijo Nélida de Oliveira, la citaron a declarar y no la dejaban contestar con sus respuestas completas. Parte de su declaración no fue al expediente, la violentaron, la amenazaron con que la iban a dejar presa. Eso no puede suceder en la Justicia con nadie y menos, con una persona víctima de trata que ha vivido bajo amenaza, abusos y violencia”.
¿Cómo era tu relación con Lazarte, Pinto y Sánchez?
“Con Ernesto, mi relación era como familiar de Juan, quien era asistido por la institución y yo estuve siempre presente en su proceso de recuperación e incluso en la graduación a fines del año pasado. Con Lorena no tenía vínculo porque ella era administrativa de Nazareth.Con Graciela, somos hermanas de la vida, la trata, las adicciones, el contexto de vulnerabilidad de las víctimas y el servicio de vocación nos hermanó”.
¿Te acechaba un auto naranja?
“Sí. Mis vecinos, en Parque Norte, me dijeron que hace unos días tenía un auto naranja que me estaba siguiendo. El día de la detención, lo veo, yo entro al supermercado y pensé ‘acá soy boleta’. Hace unos dos meses y medio, denunciamos un caso complejo de trata y pensé se trataba de eso. Cuando salgo del negocio veo todo el despliegue. Ni la prima de Escobar tuvo semejante circo.
Si me hubiesen citado, hubiera ido. En 27 años de trabajo he ido voluntariamente a colaborar con el poder judicial incontable cantidad de veces. Pueden revisar mis cuentas, mi base de datos personales, no tengo nada. Hace muchos años hice los votos de pobreza, a muchos les molesta, lo mío fue una elección”.
¿Pensaste fríamente a qué está asociada la imputación?
“Vínculos en Red, Nazareth, Mamá Antula, son ONGs que están muy ligadas en el trabajo que hacemos cada uno desde su lugar, el mío siempre fue el trabajo de territorio, pero a todas las atraviesa la vulnerabilidad de las personas que forman parte. Sea por trata, esclavitud, violencia o adicciones.
En materia de trata me llevé todo puesto, denuncié funcionarios de primera línea, empresarios, gente muy grosa, hasta a mi familia me llevé por delante en casi tres décadas, desde que me involucré a fondo. Paradójicamente, ahora me llevan puesta a mí. Molesté a mucha gente con las denuncias, el desarticulado de las casas sexuales, el entramado es muy grande y salpica para todos lados”.
¿Vas a seguir con el voluntariado? ¿Tenés miedo?
“Tengo tristeza más que miedo, pero, voy a seguir con la ONG. Voy a armar un grupo de trabajo voluntario para apoyar a aquellos testigos que hayan sido parte de una causa y sentido que fueron vulnerados sus derechos. Asesorar a la gente para que no se sientan solos, aunque tengan miedo.
Tengo mucha tristeza, puse la vida en esto y estaba preparada para un tiro, desde hace mucho tiempo, pero, jamás imaginé terminar presa por causas de corrupción a las que ni ha podido acceder aún mi abogado”.
¿Cómo sigue la causa?
“No lo sé, por lo pronto el letrado va a pedir el apartamiento de la fiscal porque ellos tienen un vínculo de amistad y jurídico, él fue su defensor hace unos años. Veremos cómo sigue la investigación y cuando accedamos al expediente sabremos de qué se trata todo esto”.
¿Tuviste contacto con el Papa Francisco?
“No hablé directamente, pero, hubo gente de parte de él que se ha comunicado conmigo, está muy triste. En marzo cuando viajé y lo vi por última vez, presentí que algo iba a pasar y se lo dije ‘Padre Jorge, siento que este es mi último viaje’, y él me respondió: ‘Vos y tus presentimientos’”.
¿Perdiste la fe ante todo esto?
“Nunca perdí la fe, Dios tiene un plan. Las cosas no pasan porque sí”.
¿Algún funcionario te llamó?
“Sí, muchos. Además, recibí mucho apoyo de gente que no pensé que me iba a llamar, e incluso con quienes he tenido diferencias, la trata es un tema que no suma y pocos se quedan peleándola y ayudando a las víctimas”.