[Historias] Hace un siglo: Cuáles eran los negocios y vecinos en el centro de Villa María

El 20 de agosto de 1915, Villa María fue elevada a la categoría de ciudad por el Congreso de la Nación. Por entonces, el gobierno municipal ya se había normalizado y se aproximaba a la comunidad con la participación de todos sus habitantes.

Hoy se encuentra en pleno proceso una renovación de algunas áreas céntricas en la ciudad, pero, ¿cuáles eran los comercios hace 108 años, cuando el poblado comenzó a vestirse de urbe?

Escribe: Julio A. Benítez– benitezjulioalberto@gmail.com

Las calles eran de tierra, veredas angostas, columnas para la luz en el centro de todas las esquinas. El riego era realizado por carros con tanques, tirados por mulas, que manejaba un carretero, viéndose circular a coches de plaza, carruajes con caballos y caballos ensillados con jinetes, algún que otro auto Ford T o Chevrolet y algún Buick.

Era común ver en las calles y montado a caballo al “pisero”, funcionario municipal para controlar el tránsito.

En la esquina de San Martín y Entre Ríos, contiguo al negocio “La Industrial”, fábrica de tejidos de alambre, camas y accesorios para el hogar, con caños y materiales metálicos, propiedad de don Serafín Fernández Bello, donde también tenía su hogar, estaba el restaurante “La Primavera”.

En la actualidad, ese espacio es ocupado por un estacionamiento privado, frente a la sede del Banco de Córdoba.

Vista panorámica de la recientemente declarada ciudad.

Era propiedad de don Giuseppe Ramonda y doña Ana María Monp, que algún tiempo después tuvo como nuevos dueños a Victorio Serra y Domingo Morra, socios y cuñados, que ampliaron el edificio, levantando otro piso que le dio más importancia de hotelería en el centro de la ciudad.

Este edificio se prolongaba hasta casi la mitad de la calle San Martín, por donde se entraba a una cochera de carruajes tirados por caballos, que habían traído pasajeros de la zona rural circundante y que se alojaban varios días.

Continuando por la calle San Martín estaba la casa de Sosa Liprandi, familia que era una de las tradicionales, por ser sus inmediatos antecesores pioneros de loteos de tierra en tiempos fundacionales y propulsores de la enseñanza.

Al lado de esta residencia, vivía don Antonio Broggi, figura relevante de la vida social del medio y a continuación una modesta vivienda de trabajadores de apellido Luis.

Frente al restaurante “La Primavera” estaba el almacén de don Jorge Hillar, que lo atendía personalmente, además político perteneciente a la Unión Cívica Radical y ex senador de la Provincia.

El terreno de la casa de don Jorge era casi un cuarto de manzana. Continuando por Entre Ríos, seguía su casa hasta la entrada a un inquilinato, ocupado por varias familias, entre ellas la de Bonzini.

Una postal de calle San Martín, entre Corrientes y Buenos Aires, en la década de 1920.

Por el otro lado, el almacén de don Hillar, que era también despacho de bebidas, con un mostrador de latón o zinc, le seguía con un negocio de Confitería don Juan Casasnovas y al lado la casa de los Herrero Hillar, quien era viajante de tiendas. Casas grandes, los patios eran comunes a todos los Hillar. En el estudio jurídico del doctor Nicolás Hillar concluía el edificio de la propiedad de sus padres.

La casa que continuaba era la de los Pérez Borghi, que junto a la vivienda tenía una vinería y al lado una estrecha abertura daba a un pasillo que llevaba al llamado “Conventillo”, donde vivían vendedores ambulantes.

El más conocido fue el vendedor de los recordados chupagansos, una familia andaluza de apellido Donoso y llegando a la esquina los Mellano tenían una panadería.

Por San Martín, pasando la calle Mendoza, tenía un bar don Cayetano Orioli, que sabía mucho de Villa María primitiva y que dejó testimonio de ello en el libro “Luminarias del Ocaso” que publicó en 1967, año del aniversario número cien de nuestra ciudad.

También por allí vivía la familia Arese, dedicada al comercio, como su vecino Simón Camps, representante de las gomas de autos “Goodyear”, y en la misma cuadra vivía Elías Saine, comerciante y político, y a continuación, los domicilios de Alfonso Pavone y de Pablo Bondoni.

Contigua a la casa paterna por calle Entre Ríos estaba la Mueblería Serrano y una peluquería con dos peluqueros, uno morocho y el otro rubio y al lado otra mueblería, la de don Jaime Kleiban.

Después el importante tostadero de café “La Cosechera” de don José Pérez Benítez, político radical, tres veces consecutivas elegido intendente de Villa Nueva, década de 1930, donde tenía su domicilio, al estilo andaluz, en la calle Deán Funes esquina Independencia.

En el citado negocio de don Pérez Benítez se reunían quienes tenían la misma ideología política, que por las visitas diarias que recibía, podríamos decir que era un Comité, al que concurrían a diario, los hermanos Secco, el doctor Amadeo Sabatini, Antonio Cabezas, Bruno Ceballos, Antonio Nogueira, Fernández Bello, Ramón V. Pérez, Alfredo Acebal, Velloso Colombres, Rodolfo Reboyna, los hermanos Albanese, el Capitán Lara, Schiel, Carlos Barozzi y otros.

Y al lado del tostadero de café, la casa de familia de don Aarón Cohen y en la esquina de Entre Ríos y Córdoba (actual H. Yrigoyen) estaba su tienda “Las Tres Banderas”.

En la vereda de enfrente se ubicaba la tienda “La Puerta del Sol” y, al lado, el almacén de Blanco y Hermida y seguía la familia Leone y continuando por dicha vereda de  Entre Ríos, llegando a la calle San Martín,  estaba el Banco de Córdoba.

Ya por calle San Martín, después del banco, estaban la escribanía Maciel-Sobral, don Pastor Ferreira y familia, don Eugenio Gardella y familia, el bar “Los 4 billares” y completaban la cuadra las familias de Atilio Boretto, la joyería de don Cantú y la Confitería del cine “Centenario”, que tenía entrada por la esquina.

En la esquina de enfrente la farmacia de “Vera-Barón” y volviendo por San Martín, al 115, el café “Fu-ji”, U.T. 309, del japonés Ichiji Takahara, luego la sastrería de don Joaquín Piñeyro.

Seguía el bazar de Fraire, después el Hotel Colón de don Pascual Qüercia, la casa de fotografía de don Antonio Barra y el almacén de Francisco Saine.

En la esquina de San Martín y Entre Ríos estaba el Hotel Mundial, cuyo edificio ocupó luego la Biblioteca Bernardino Rivadavia y seguían por Entre Ríos las familias de Perfecto Rodríguez, Arancón, Heraclio Pena, Fernando Correa, Borghi y Saine.

Antes de llegar a la otra esquina, la Talabartería de don Cirilo Caprile, el almacén de Francesio y enfrente, 9 de Julio y Entre Ríos,  Casa Seppey.

Fuente: Libro titulado “Isidro Fernández Núñez” – Autora: Olga Fernández Núñez de Olcelli -– Junio 2003.

Algunas fotos fueron obtenidas de Córdoba de Antaño – Villa María.

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