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Inteligencia artificial y realidad cada vez menos real: La ciencia ficción ya está con nosotros
Si con las imágenes con Photoshop la realidad en las imágenes estaba condicionada, distorsionada o acomodada a gusto personal de alguien o un grupo, con el desarrollo de la inteligencia artificial la realidad puede resultar más adulterada que nunca. Los casos del Papa Francisco y Donald Trump.
El Papa Francisco con un camperón inflable blanco y zapatillas de moda, caminando como si nada. Donald Trump detenido, tras las rejas y conversando con otros presos. De nuevo el Papa, Leo Messi, Will Smith, Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, sumidos en la bancarrota y la pobreza con el trasfondo de una favela o villa de emergencia.
Nada de eso es real, pero lo parece. Las imágenes creadas con inteligencia artificial fueron vistas por millones de personas en todo el mundo y provocaron todo tipo de sensaciones.
Cada vez más la realidad se mezcla con lo artificial y resulta difícil desentrañar cuál es cuál. Y eso es responsabilidad de los humanos y de los sistemas informáticos que muestran enormes grados de avance.
El ejemplo más simple es cuando le hablamos al asistente de Google preguntando por algo o alguien. Pero, con la irrupción del chatGPT, que pareciera tener respuestas para todo, y decenas de aplicaciones con las más variadas funciones, la inteligencia artificial ofrece millones de posibilidades para la humanidad, pero también algunos peligros.
Zona de peligro
La inteligencia artificial comprende programas informáticos con combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano.
Y el temor de cientos de científicos alrededor del mundo es que, como alguna vez plantearon decenas de películas de ciencia ficción, tome vuelo propio y se vuelva imposible de controlar.
La ausencia de límites y la superación de los tiempos biológicos de los seres humanos, la escasa regulación sobre su creación y manipulación, la amenaza a la privacidad, la posibilidad de ser usadas como armas de destrucción masiva y la automatización de los trabajos, aparecen entre los principales temores.
Es así que un grupo de expertos en inteligencia artificial y ejecutivos de la industria tecnológica pidieron una pausa de seis meses en el entrenamiento de los poderosos sistemas de inteligencia artificial: argumentan que se trata de una potencial amenaza para la humanidad.
Hay «una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden comprender, predecir o controlar de forma fiable», sostuvieron en una declaración firmada por más de mil personas, entre ellas, el empresario Elon Musk y el cofundador de Apple, Steve Wozniak.
En este sentido, las imágenes alteradas serían lo mínimo que podría ejecutar la inteligencia artificial.
Otra realidad
Las imágenes viralizadas del Papa Francisco con un look descontracturado y diferente el habitual no resultaron tan impactantes como las fotos de la detención del expresidente estadounidense Donald Trump.
La difusión de las falsas fotos se dio en un contexto de una denuncia en su contra, acusado de comprar el “silencio” de la actriz porno Stormy Daniels a cambio de 130 mil dólares para que no revelara un encuentro sexual que empañara la campaña de las elecciones de 2016.
Ambos tipos de imágenes fueron creadas a través del programa “Midjourney”, que puede elaborarlas a partir de descripciones textuales.
Como sea, asoman como muestras sencillas de situaciones mucho más complejas que se podrían generar a partir de los múltiples usos de la inteligencia artificial. Sobre todo, para distorsionar nuestra realidad o, directamente, sustituirla por otra.