[La Columna de Rita Giordano] Cómo actuar cuando «se achica la vida»

Escribe: Psicóloga Rita Giordano (*)

Te cuento que en mis casi 21 años de experiencia profesional he visto bastante…

Entre tantas, he observado que una de las causas de sufrimiento emocional se genera cuando las personas sienten que se les achica la vida. Y allí viene la angustia, el vacío, el aburrimiento, el desgano, el deseo de abandonar todo, de mandar todo al carajo, de irse…

Esto quiere decir, que la persona siente haber invertido demasiada vida en un área, por ejemplo; trabajo, familia, pareja, apariencia, dinero, estudio, instituciones diversas, etc. y ve que el tiempo ha pasado y que las pérdidas son mayores que las ganancias.

Y no me refiero precisamente a términos económicos, sino a cuestiones como el disfrute, la calidad de vida, los afectos, los viajes y también el dinero ¡obvio!

Esto está bueno mirarlo, no con culpa sino como un aprendizaje acerca de lo que NO hay que hacer.

Para ello les sugiero algunas cositas:

  • Vivir variado. Esto es, poner el afecto en distintos lugares: trabajo, familia, disfrute, tiempos para uno mismo, vacaciones, entre tantas cosas.
  • Observar adónde estamos poniendo el sentido de la vida. Porque si lo ponemos en un solo lugar, tenemos una DECEPCIÓN ASEGURADA. Nunca el resultado será proporcional a la vida puesta allí.
  • Ser mesurados con la pasión y el tiempo que dedicamos a cada cosa. pensemos que mayor cantidad de tiempo y esfuerzo no nos asegura efectividad. ¡Cuidado! estoy hablando de MESURA. Porque el exceso genera agotamiento y posibilidad de abandono, disgusto, enojo. Podemos pasar del todo a la nada.
  • No nos «apropiemos» de las personas, las instituciones, los roles…

He visto a personas tomar un trabajo como si fuera propio, jugarse por entero y luego, cuando no fueron más útiles, las empresas/instituciones/jefes prescindieron de ellas como un material de descarte.

He visto a personas consumir sus vidas detrás de una pareja que luego sin pena ni gloria se esfumó.

¡Ojo! esto no significa indiferencia, nuevamente repito: Mesura, variedad de inversión afectiva, propósito de vida repartido en varias «canastas», dignidad, prioridades.

No desmerezco el ESFUERZO, el SACRIFICIO y la DEDICACIÓN.

Solo que los mismos, no nos tomen TODA LA VIDA. ¡Ni ahí!

  • Dejar de hacer esperando obtener RECONOCIMIENTO y AFECTO. Hagamos porque amamos y sentimos desde adentro, sin esperar tanto de afuera.

Les dejo estos pequeños tips para vivir un poquitín mejor.

(*) «Intentadora» de mejorar la calidad de vida

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