Escribe: Rita Giordano (Psicóloga)
Nunca dejes de ponerle palabras a tu dolor.
Probá con escribir lo que sientas. La escritura es muy sanadora.
La técnica consiste en escribir y escribir sin pensarlo.
Escribí hasta vaciarte. No te detengas a corregir o leer lo que escribiste.
La consigna es que cuando estés angustiada o angustiado solo escribas. (Podés hacerlo siempre, pero en especial cuando estés con mucho dolor).
Si estás llorando, dejá que tus lágrimas humedezcan el papel, pero no te detengas.
Depositá todo tu dolor en esa hoja y sentí la liberación.
Hiciste un acto de entrega, lo entregaste al papel y lo dejaste ahí, en otro plano.
Lo sacaste afuera.
Podés guardar lo escrito a modo de un diario y después volver a mirarlo con el correr de los días para visualizar tus avances, o bien observar lo que se repite.
Lo que sea, pero… ¡Probá a escribir!
Ambientá el lugar, poné música, prendé una velita aromática o la lámpara de sal y sentate a escribir.
Después, contame tu experiencia.
¿Quiénes somos?
