Municipalidad de Villa María: ¿En cuánto se incrementó la planta de personal?

Escriben: Marcelo Barotto – Miguel Andreis

Si bien la economía es uno de los principales problemas que enfrentamos los argentinos, por lejos no es el único. La concepción de un gobierno de corte populista ha dejado serias secuelas que, insalvablemente, nos llevará años reparar. Puntualmente, aludimos a un pensamiento que bajó de los barcos y las diferentes emigraciones: La cultura del trabajo.

Alguien la fue diluyendo paulatinamente. Factor que se fue perdiendo con el paso de los años y las ofertas para generar la industria más “eficiente” que hemos sido capaces de promover en las últimas décadas: “El clientelismo político”, generando un estado cada vez más elefantiásico y menos eficiente.

Así se fue explayando una sociedad de presionados mendigos. Se les quitó la dignidad del sustento propio conformándolos en máquinas de recibir dadivas. Desde hace años se los usa como material belicoso a la hora de ocupar las calles. Una metodología política que en casos y hasta el momento, a los gobiernos kirchneristas les ha dado resultado.

Una patología de incierto futuro para un país que busca atravesar una ciénaga llamada Estado que cada vez nos succiona más.

De esta manera un gran sector de la sociedad forja una mirada de anhelo para su futuro. Así es que nos encontramos que, ante la pregunta a una exponencial porción de argentinos, sobre dónde elegirían trabajar, la respuesta abrumadoramente mayoritaria es en el “Estado.”

Así lo demuestra un estudio de la Universidad Austral, dando cuenta de que el 62% de los connacionales prefiere ser empleado en el sector público, “por la seguridad y las posibilidades de crecimiento” como argumento.

Las cifras como una radiografía

También se conoció que el Empleo Público pasó de 2,5 millones en el 2012 a 3,3 millones en la actualidad, mientras, que el Empleo Privado se redujo en los últimos tiempos de 6,1 millones en el 2012 a 5.8 millones.

El 62% de los argentinos prefiere ser empleado en el sector público, “por la seguridad y las posibilidades de crecimiento”.

Y en la villa… ¿Qué?

La pregunta es: qué pasó en nuestra aldea, y de los datos recolectados entre el 2000 y el 2020, se puede observar lo siguiente: En el año 2000, el Municipio de Villa María poseía aproximadamente 650 empleados (Planta permanente/ contratados/ planta política/ facturantes) para una población de 72.160 habitantes.

En el 2020 prestaban servicios 1.690 personas, desagregado de la siguiente manera: planta permanente 472, contratados 385, planta política 139, facturantes 694 (Honorarios / Profesionales – Locación de Servicios/ No profesionales), a lo que hay que agregarle las cooperativas y las concesionarias de servicios públicos (Recolección, riego, parques y paseos, barrido y limpieza, etc.).

Mientras que la población ha crecido un 10% por década, contando en el 2020 nuestra ciudad con aproximadamente 87.600 habitantes. En este caso, no pareciera que los avances tecnológicos hicieran realidad aquel concepto tan temido, del desplazamiento de trabajadores, por el uso de los avances de la tecnología; tampoco se dio en este período la descentralización de funciones dispuestas en la década de los 90, en el gobierno del Menemismo, cuando se le transfirió responsabilidades educativas, hospitales y programas sociales a las provincias y municipios, mediante las leyes 24.049 y 24.061, del año 1992.

En la Municipalidad el crecimiento de “laburantes” superó el 160%.

El número de trabajadores municipales se incrementó en los últimos años.

Desde el 2000, la planta de personal del municipio se incrementó en un 160%, mientras que la población de la ciudad en un 21%, una de las razones del alto costo de funcionamiento, pero con agravante, que es la precarización de los trabajadores, que, en el caso, de los facturantes perciben ingresos muy por debajo del costo de una canasta básica de alimentos.

No es muy diferente lo que sucede con los contratados. Una gran mayoría, tal se nos indica, ingresaron no por concurso sino por afinidad del político de turno. Oficiando a la vez de “punteros políticos” que paga la ciudadanía.

Incrementos de los que no se habla…

Los recursos propios, logrados por impuestos, tasas y otros rubros, se transformarían en un presupuesto que rondaría los 4.500 millones de pesos anuales. Esta cifra no alcanza para cubrir los gastos de funcionamientos del municipio, por lo tanto, para realizar cualquier inversión u obra, debe recurrir a otros estamentos ya sea partidas del orden provincial o nacional.  

No es casualidad, luego de observar estos guarismos de crecimiento cuantitativo del personal, cuando además se han privatizado varias áreas, y del brazo de una engañadora campaña proselitista, todo se resume a que, a la hora de anunciar obras, refriegan por el rostro que se trata de partidas de dinero que llegan desde el gobierno de la Nación…

Valdría interrogarse entonces: ¿En cuánto se acrecentó el personal municipal bajo las gestiones de Martín Gill and Company?

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1 comentario en “Municipalidad de Villa María: ¿En cuánto se incrementó la planta de personal?”

  1. Es indudable que con cada época de elecciones, la cantidad de empleados/contratados y demás categorías aumentó en el alto porcentaje detallado en la nota.
    Si… es de tomarlo medio en serio, medio en broma … es apabullante la cantidad de boxes nuevos, habilitados con nuevo personal en las oficinas de la municipalidad y además, también apabulla la cantidad de vehículos con los nombres de Secretarías o Direcciones varias en sus puertas, dejando de lago lo que a salud se refiere, pero ¿Cuántas son las dependencias que componen el movimiento administrativo de nuestra municipalidad?
    Está bien claro, lo expuesto por los autores de la nota publicada hoy en este medio.

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