Ocho cosas que haces que crees que son ecológicas y lejos están de serlo

Vivimos una época donde lo ecológico es de gran importancia. Pero, a veces, la gente se engaña: cree que está ayudando al ambiente, pero en realidad no es cierto. Veamos algunos ejemplos al respecto.

Hay bastante desconocimiento sobre cómo hacer cosas en verdad amables con la ecología. Algunos ejemplos cotidianos que están lejos de serlo.

Algo necesario es “dejar de hacer cosas que creemos que son ecológicas, pero no lo son”. Desde algunas prácticas de supuesto ecoturismo, hasta otras acciones como las que describimos a continuación.

1. Bolsas de lona para comprar

Parece lógico eliminar las bolsas plásticas. Por eso, se sustituyen por bolsas de lona. No obstante, sucede que hacer las bolsas de lona atañe un proceso de mucho consumo de energía, por lo que no son una buena opción.

2. Reciclar en los contenedores amarillos

Se colocan plásticos: juguetes, envases, objetos varios. Pero la realidad es que casi nunca se reciclan. En realidad, lo mejor es no fabricar más objetos con esos materiales, ya que terminan siendo no reciclados.

3. Reciclar en el contenedor de papel

La gente arroja papeles sucios: cajas de pizza, envases o papeles manchados. Son cosas que luego no se pueden reciclar. Por lo general, terminan en la basura sin ser nunca reciclados.

4. Comprar ropa de algodón orgánico

El algodón genera muchos gastos para su confección en telas. Más si se tiñe, ya que la elaboración de tales pigmentos es poco sustentable para el ambiente. El problema no es la tela, sino el proceso para realizarla.

5. Las nuevas versiones sostenibles

Muchos aparatos tienen “versiones verdes”. Ciertamente, gastan menos energía. ¡Pero son contaminantes los procesos para hacerlos! Además, usan metales para sus componentes electrónicos, con impacto de minería.

6. Los autos que “consumen menos”

Está de moda comprar coches que gastan menos energía, pero hay un detalle: siguen siendo contaminantes. Además, se elaboran con componentes que son más costosos y difíciles de elaborar con mucha contaminación.

7. Los Uber y otros servicios similares

La gente cree que es menos contaminante usar un Uber… pero no es cierto. Sigue siendo un transporte con pocas personas a bordo. En realidad, la verdadera solución es un transporte colectivo donde viajen varias personas.

8. Los supuestos alimentos ecológicos

Muchos de estos alimentos tienen una fuerte huella hídrica de carbono. Se cultivan de manera poco práctica, por lo que también desencadenan erosión en los suelos.

Fuentes: bioguia.com

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