[Tiempo Loco] En Pampa y la vía: ¡Ojo con las temperaturas extremas!

Escribe: Ing. Hernán Allasia

En las vías de tren, siempre se deja un pequeño espacio en la unión de las diferentes guías de ellas. Este hecho no es una casualidad, sino que tiene una explicación técnica para evitar que se produzcan ciertos fallos.

Es muy importante tener en cuenta los efectos de la dilatación térmica producida por las altas temperaturas. Asimismo, es importante también tener en cuenta las contracciones provocadas por bajas temperaturas.

De esta forma, si las vías estuviesen unidas de forma continua estas sufrirían constantes esfuerzos internos de tracción y compresión. Tracción con el aumento de temperatura al dilatarse y contracción con la disminución de temperatura.

Por esta razón, es común utilizar las llamadas juntas de dilatación. Lo que ocurre principalmente, es que, debido a la variación de temperatura la estructura interna de las vías se somete a esfuerzos internos que luchan en contra de su situación de reposo.

Caliente, caliente

Cuando estos esfuerzos alcanzan un valor extremo, se produce la deformación espontánea de la estructura llevándola a una nueva situación de reposo. Un ejemplo de ello fue un hecho ocurrido a 20 km de Frías, Santiago del Estero, un 5 de enero de 2017.

Una formación ferroviaria del Belgrano Cargas descarriló por la extraordinaria dilatación de las vías producto de la ola de calor que castigó desde al menos una semana a la provincia, donde el termómetro llegó en algunos casos a los 55 grados centígrados.

«Las vías se desplazaron más de dos metros hacia la izquierda (con dirección norte a sur) lo que ocasionó que, al paso del tren, alcanzaron a pasar siete vagones y a partir del octavo hacia el final de la formación descarrilaron, sin que lleguen a caerse, pero sí se enterraron en la caliente tierra suelta», se indicó entonces.

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