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[Buena Vida] Cómo controlar la ansiedad por comer
Hoy voy a darte unos tips para que te ayude a controlar la ansiedad por comer. Por más ejercicio que hagas, sino te cuidas en las comidas, no vas a adelgazar.
Escribe: José Morales
Más allá de estos tips, lo más importante es la voluntad, estar dispuesto a dar todo para conseguirlo.
Generalmente, el estado de ánimo nos impulsa a comer cosas dulces. Si estamos estresados, aburridos, preocupados o depresivos, buscamos consuelo en los dulces, porque estos “nos hacen sentir bien”. De manera que muchas veces comemos más por cuestiones psicológicas que por hambre verdadero.
1. TRABAJA TU AUTOESTIMA. Además de los hábitos alimenticios, la mejor dieta para la ansiedad es trabajar tu valoración personal y la percepción que haces y tienes de ti.
Para mí puede que sea el factor más importante a la hora de reducir la ansiedad por comer, porque en el momento que aumentas tu confianza y seguridad, automáticamente se reducen tus niveles de ansiedad, aumenta tu autocontrol y el respeto por tu propio cuerpo.
2. REDUCE EL CONSUMO DE AZÚCAR.
Debes reducirlo, sobre todo de las gaseosas, ya que, por cada litro de gaseosa, ¡tienes aproximadamente 100 gramos de azúcar!
Si reduces el azúcar de la alimentación diaria, evitarás los deseos de estar comiendo a toda hora, puesto que cuanto más dulces come una persona, mayor necesidad siente de comer otros alimentos dulces.
Usa Stevia en lugar de azúcar, que es mucho más dulce, pero con cero calorías, regula los niveles de glucosa en sangre y la presión, reduce la ansiedad por comer y evita la acumulación de grasas. Lo corroboran varios estudios de la Universidad Aarhus de Dinamarca.
Además, prueba tomar menos bebidas excitadoras como café, gaseosas azucaradas…
3. AUMENTA EL CONSUMO DE AGUA.
Consumir al menos 2 litros de agua por día, sobre todo antes de los antojos o comidas principales para reducir la ansiedad y tener menos hambre, ya que el agua no tiene calorías. Las infusiones calientes como el té de manzanilla o le té verde también nos ayudan a relajarnos y deducir la ansiedad. Puedes tomarlo antes de irte a dormir o por las mañanas.
4. COME VARIAS VECES AL DÍA.
No saltes ninguna de las 5 o 6 comidas diarias para mantener estable el nivel de glucosa en la sangre. La glucosa es fuente esencial de energía para el cuerpo y el cerebro. Sin un suministro constante de glucosa te sentirás sin fuerzas y se incrementará la ansiedad por lo dulce.
Para evitarlo ALIMÉNTATE SALUDABLE varias veces al día (5 o 6) en cantidad moderada, así mantendrás estable tu nivel de glucosa en sangre y de este modo el cerebro no generará señal de hambre. Además, al comer varias veces al día tu metabolismo (motor quema grasas) se incrementará, lo cual resulta positivo.
Una opción excelente para comer en las colaciones y calmar la ansiedad (incluso el insomnio) son un puñado de frutos secos (almendras, nueces, maní).

5. MASTICA A CONCIENCIA.
Come sin prisas, no añadas más ansiedad. Disfruta el momento y mastica más los alimentos, le harás un gran favor a tu estómago y a tu salud en todos los sentidos. No lo dudes: harás mejor la digestión y aumentará tu sensación de saciedad.
La sensación de saciedad suele producirse unos 20 minutos después de comenzar a comer, por lo que si masticas rápido puedes consumir el doble o el triple de lo que realmente necesitas.
Incluye en tus menús alimentos crudos que te obliguen a la masticación y ralenticen el ritmo de la comida, como zanahorias, palitos de apio, frutos secos…
6. MASTICA CHICLE.
Sucede porque su dulzor aplaca la ansiedad por comer y el acto físico de mascar nos tranquiliza, al aumentar el flujo sanguíneo al cerebro.
7. LÁVATE LOS DIENTES.
Cuando acabes de comer, cepíllate rápidamente. Es otra señal para tu cerebro para que deje de mandar mensajes que nos pueden llevar a picotear, sobre todo dulces.
8. DISTRAE TU MENTE.
En el momento que se sienta la exagerada necesidad de comer un dulce o cualquier alimento poco saludable, lo mejor será tratar de distraer la mente de algún modo. Lo principal es desviar la atención y enfocarla a un punto muy diferente, puede ser una lectura, una llamada telefónica, o algo que aleje la mente de los deseos de buscar comida. Hacer algo de ejercicio como por ejemplo salir a caminar es una buena opción.
9. NO ELIMINES EL DESAYUNO.
El desayuno debe ser la comida principal de toda persona, por lo tanto, tiene que ser lo más completa posible, ya que de ello depende que el metabolismo sea correcto. Muchos despiertan sin apetito y no les provoca desayunar, llegan al almuerzo todavía sin hambre, pero en la tarde la ansiedad por comer carbohidratos o dulces es incontrolable, así que CUIDADO. Hay que tener en cuenta que durante la noche no se ingiere ningún tipo de comida, por esta razón en la mañana se debe compensar esa falta de alimento.
10. DUERME 7 U 8 HORAS.
Cuando el sueño es de buena calidad y suficiente, se estimula la hormona Leptina, encargada de indicarle al cerebro que el cuerpo está totalmente satisfecho y que no requiere de ningún otro alimento para sentirse bien. De lo contrario, sino duermes lo suficiente, se liberará la hormona Grelina que es la encargada de aumentar el apetito.
11. CONSUME MÁS PROTEÍNAS.
Aumenta el consumo de proteínas en todas las comidas. Te mantendrás lleno durante el día, evitarás comer fuera del horario de tus comidas o recurrir a los alimentos menos saludables para tratar de calmar tu ansiedad.
Es una manera inteligente de adelgazar sin sufrimiento. El cuerpo quema más calorías tratando de digerir las proteínas y éstas se absorben más lentamente. Resultado: te mantienes lleno por más horas.

12. AÑADE FIBRA A TU ALIMENTACIÓN.
Los alimentos ricos en fibra son fundamentales y harán que te sientas más saciado; reducen la ansiedad y el hambre. Come pan integral en vez del blanco, pasta integral, legumbres, frutos secos, arroz integral.
No pienses en dietas, sino en elegir bien, elegir sano, respetar tu salud y tu cuerpo porque solo tienes uno y tiene que durar toda la vida.
13. CONSUME ALIMENTOS RICOS EN MAGNESIO.
Este mineral mejora las funciones del sistema nervioso y calman, en parte, la sensación de nerviosismo que acompaña a la ansiedad. El magnesio lo encuentras en los frutos secos, legumbres, semillas de quinoa, mijo y lino, los alimentos integrales y las verduras como las acelgas y espinacas.
14. CONSUME ALIMENTOS RICOS EN TRIPTÓFANO.
El aminoácido triptófano se transforma en serotonina, lo que permite mantener sus niveles adecuados en el cuerpo (niveles bajos de serotonina se asocian con un bajo estado de ánimo, falta de energía y ansiedad por los dulces).
Si consumes las proteínas animales (carnes rojas, pescados, pollo), huevos, ananá, espinacas, banana garantizas el aporte diario de este aminoácido.
15. LOS COLORES DEL HAMBRE. Evita el rojo y el amarillo.
“Los colores venden y los colores acertados venden más”. Muchos restaurantes, sobre todo de comida rápida, se decoran en rojo y/o amarillo: al parecer, cuando el cerebro los procesa pone en marcha los mecanismos que nos hacen sentir hambre. Evita esos tonos en tu comedor y en tu cocina.
16. UNA ÚLTIMA RECOMENDACIÓN.
Existe un remedio en el mercado muy eficiente y económico, casi no necesita prescripción médica, no tiene efectos adversos y lo puede tomar todo el mundo, te lo recomiendo ampliamente. Su dosis es una vez al día 5 veces a la semana y se llama EJERCICIO.
Recuerda que cuanto mejor estés interiormente (a nivel emocional), cuanto más creces como persona, cuanto más aumentes tu confianza y más creas en ti, todo fluirá como debe. Ese será el mejor de los remedios para mejorar en todos los aspectos de tu vida.
Vale la pena estar saludable.
La mayoría de la gente come por el gusto del alimento y no por la función que cumple. Comer sano no solamente te mantiene en un peso saludable, sino que tu salud mejora notablemente, te sientes con más energía y un mejor aspecto visual. Comer mal lleva a lo contrario. Está bien darse un «gustito», pero moderado. Tú eliges como quieres estar.
Recuerda que la alimentación depende del objetivo que busques y tu organismo.