Siendo aproximadamente las 19:30 horas de la víspera, personal de...Leer más
Culminó el taller de Canteros Sustentables, realizado en la Escuela...Leer más
Día Internacional de la lucha contra la poliomielitis: Salud insta a sostener esquemas de vacunación
Desde hace 31 años, cada 24 de octubre se conmemora...Leer más
La gestión del intendente Ignacio GTagni acompañó el acto por...Leer más
En una acción de cooperación entre la Dirección Provincial de...Leer más
Dando cumplimiento al proceso administrativo correspondiente, once familias del barrio...Leer más
Cacho Castaña y la historia del “Café La Humedad” [VIDEO]
Música e Historia – “…mi aliento empaña el vidrio azul del viejo bar…”
Escribe: Leo Muñoz
El 11 de junio de 1942 nacía Humberto Vicente Castagna, Cacho de Buenos Aires, Cacho Castaña. Cantante porteñísimo, de sonrisa pícara, respuesta veloz, actor, artista aclamado y querido.
Compuso grandes éxitos, construyendo un perfil definido de galán y fiel habitué de bares y cafés. Tal es así que siempre señaló la importancia en su vida y formación de la escuela del cafetín. Si bien dejó esta existencia en octubre de 2019, su bello tango “Café la Humedad” sigue golpeando los cristales de los bares porteños tanto o más que las gotas de lluvia. Suena con olor a café de máquina, a humedad ciudadana, a lealtad y recuerdo de los amigos de siempre.
“El Progreso”
“La Humedad” es el nombre que Cacho Castaña y su barra usó para rebautizar el “Bar el Progreso”, situado justo en el cruce Gaona y Boyacá. “Era en la ochava que está en diagonal al bar Lumintón que todavía existe”, declaró el mismo cantante, para disipar cualquier duda sobre su ubicación.
Llovía más adentro del baño sin puerta que afuera, recordaba, el paño del billar estaba húmedo, salpicado, es así que el nombre del tango se “empapó” de estas características. Era lugar para hombres, en especial porque el baño de mujeres era, según propias palabras, “una pocilga”.
Hacia 1968 simplemente se llamaba “Café Bar”. En los 70 pasó a ser una pizzería, “La Tuerca”, luego una parrilla llamada “la Humedad”, pasando a ser luego “la Edad” para evitar conflictos con el tango ya registrado por Cacho Castaña, continuando sus días la esquina como minimercado.
“Café la Humedad”
El tango que inmortalizó el “viejo bar” fue registrado en 1973, el azul de sus vidrios inspiró su letra en 1968. Pasado el tiempo, en Carlos Calvo 2540, Cacho abrió su propio “Café la Humedad” en 2016, lugar para la gatronomía y espectáculos, donde realizara sus últimas presentaciones, acompañado entre otros artistas, por su amiga la “Gata” Varela y Nacha Guevara.
Luego de su muerte, su última esposa, Marina Rosenthal, trabajaba para mantener el local abierto, el lugar referencial al mismo Cacho Castaña, fruto y síntesis de su historia tanguera y bohemia.
Fuentes: diarioshow.com, Clarín, amvcaba.com.ar.
“Café la Humedad” (Cacho Castaña)
Humedad, llovizna y frío
Mi aliento empaña el vidrio azul del viejo bar
No me pregunten si hace mucho que la espero
Un café que ya está frío y hace varios ceniceros.
Aunque sé que nunca llega
Siempre que llueve voy corriendo hasta el café
Y solo cuento con la compañía de un gato
Que al cordón de mis zapatos me destroza con placer.
Café La Humedad, billar y reunión
Sábados con trampa, qué linda función
Yo solamente necesito agradecerte
La enseñanza de tus noches
Que me alejan de la muerte.
Café La Humedad, billar y reunión
Sábados con trampa, qué linda función
Eternamente te agradezco las poesías
Que la escuela de tus noches
Le enseñaron a mis días.
Soledad, soledad de soltería
Son 30 abriles ya cansados de soñar
Por eso vuelvo hasta la esquina del boliche
A buscar la barra eterna de Gaona y Boyacá.
Ya son pocos los amigos que me quedan
Vamos, muchachos, esta noche a recordar
Una por una las hazañas de otros tiempos
Y el recuerdo del boliche que llamamos «La Humedad».
Café La Humedad, billar y reunión
Sábados con trampa, qué linda función
Yo solamente necesito agradecerte
La enseñanza de tus noches
Que me alejan de la muerte.
Café La Humedad, billar y reunión
Sábados con trampa, qué linda función
Eternamente te agradezco las poesías
Que la escuela de tus noches
Le enseñaron a mis días.

