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[Argentinadas] Provincia ardiente: Córdoba bajo fuego
Escribe: Raquel Baratelli
Canción para el incendio
Hubo un tiempo que fue Hermoso/
Y hubo liebres de verdad/ Guardaba todos mis sueños entre los bosques de acá/
Había zorros, pumas, cuises, reinas moras, mucho más/
Daban sombra los quebrachos, molles y el algarrobal/
Poco a poco fue creciendo/
Nuestra gana de poblar/
Construimos rutas, barrios/
Cada vez talamos más/
Te encontraré una mañana en medio del pajonal
Escapando de ese fuego que se prendió por azar…
Es larga la lista de árboles que ya no veremos más/
Vas cruzando por las sierras, cada vez las pelan más/
Te encontraré una mañana caminando al rayo del sol
Extrañando aquella sombra que no está…
Perdón por el casi plagio, chicos, pero la realidad fogosa de nuestra Córdoba lo amerita.
Todos los años la misma historia, y es que el cambio climático no viene sólo; los fríos intensos seguidos de calores sofocantes; la ventolera repentina, la sequía extrema, lluvias torrenciales, nieves extemporáneas… todo viene en el mismo combo.
Como la tozudez humana con su negacionismo estúpido, la avaricia, el egoísmo y esa falta de sentido colectivo que impide que tomemos real dimensión de la degradación del planeta entero.
Cuando el fuego avanza nadie tiene la culpa de que ardan los pastizales y el poco bosque que quedaba, igual que los escasos animales autóctonos; si el fuego se descontrola es por el viento y la sequía, los bomberos no dan abasto entre tantos focos dispersos.
Cuando arden los campos y vemos fotos en las redes o se siente el humo en la ciudad, recién entonces nos acordamos que hicimos poco para evitarlo.
Así como el fuego se prendió solito nomás, una vez extinguido por la acción de los bomberos, nos olvidamos solitos nomás de la grave devastación que queda y que año a año se intensifica.
Qué decirle hoy a la Pacha Mama, chicos.
Pedirle perdón entre trago y trago de caña con ruda nunca será suficiente.