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[Desde Adentro] Julio Chiarini, exarquero de River e Instituto: “Dejé de jugar al fútbol para estar cerca de mi hija en Villa Nueva”
Julio César Chiarini (41), exarquero y actual secretario de Deportes y Turismo de la Municipalidad de Villa Nueva. Nació en Oliva y entrando en la adolescencia tenía claro el objetivo de querer ser jugador de fútbol.
Comenzó desde abajo, en el club Vélez, para luego a los 14, jugar en Buenos Aires. Pasó por Alumni de Villa María, Instituto de Córdoba, River Plate hasta Gimnasia y Esgrima de Jujuy, donde jugó hasta hace unos meses.
Hace 4 años, sus prioridades cambiaron con la llegada de su hija, Irina, y dio un giro a su vida que, lo llevó a asumir en la función pública, al lado del intendente, Ignacio Tagni, en el Área de Deportes.
Entrevista: Carolina Durand
¿Cuándo empezó tu amor por el fútbol?
Empecé a los 4 años en el baby, en Vélez de Oliva, a los 14 me fui a probar al Deportivo Español, en Buenos Aires (2 años) y desde entonces trabajé duro, me hice desde abajo, me profesionalicé y me dediqué al 100%.
¿Cómo fue el momento en que le dijiste a tus padres que querías ser jugador de fútbol y vivir de eso?
Mi mamá me dejo ir porque la tenía clara. Sabía que esto era lo mío. De hecho, el único juguete que conocí fue la pelota. Me apoyaron, a pesar de todo lo que uno se pierde de compartir con amigos y familia, me apoyaron. Tenía claro el objetivo, que iba a estar en primera.
¿Quién te regaló tu primera pelota? ¿De chico quisiste ser arquero?
No recuerdo, debieron ser mis padres. A los 2 años iba con la pelota a todos lados y a los 4, empecé en el baby. Siempre al arco, no sé si por los guantes, porque el uniforme es distinto, pero siempre me interesó ir al arco, nunca dudé del puesto. No obstante, tengo manejo con el pie.
¿Jugás con tus amigos ahora, hacés un picadito?
No estoy jugando. Tengo miedo a lesionarme porque hace tres meses no hago nada y el musculo se debilita. Sí, estuve jugando un poco al pádel en los ratos libres, pero es poco el tiempo que tengo libre y estoy tratando de acostumbrarme a nuevos horarios, rutinas y tiempos.
¿Sos una persona desapegada?
Sí, mayormente sí. Supongo que tiene que ver con que me fui de muy chico lejos de mi familia, no me arrepiento, pero, perdí muchos momentos adolescentes, con la familia, los amigos, viajes y me acostumbré a ser solitario.
Me gusta muchísimo tener mi momento solo al día, preparar el mate (casi amargo) y sentarme en el patio, estar conmigo mismo. Me llevo bien con la soledad.
¿Tus padres en qué trabajaban?
Eran clase media baja trabajadora. Todo un ejemplo. Mis padres trabajaban en el hospital Dr. Emilio Vidal Abal de la ciudad de Oliva. Mi mamá, además, era maestra. Se iba a las 5 de la mañana y la veía a las 9 de la noche. Mi papá, trabajaba hasta el mediodía en el hospital y después nos cuidaba en casa. Mi abuela, también estuvo muy presente en nuestra crianza. Junto a mis hermanos (Patricia y Marco) tuvimos una linda infancia. Ellos nos demostraron trabajo y sacrificio para alcanzar objetivos de vida. Un tiempo vivimos en la Colonia Vidal Abal, después nos mudamos al pueblo.
¿Cómo terminaste siendo arquero en Alumni de Villa María?
En parte, me crié en Villa María, mis abuelos vivían ahí y de hecho mi mama nació allí. Tenía contactos, amigos. Por el año 2008/2009 rotaba en distintas partes del país y existió en el 2009, la posibilidad de jugar el Alumni, en ese momento jugaban en el Federal A y era una gran oportunidad.
El club me daba la posibilidad de estar cerca de Oliva y de Córdoba también, era un corredor excelente. Además, Alumni me abrió las puertas para ir a jugar a Instituto y eso deja huella.
¿Como ves la institución pasados estos años?
Ha mejorado mucho como institución. Sin embargo, no tiene la ayuda necesaria para crecer. Se necesitan aportes, recursos para traer jugadores, pelear Torneos Federales, están fantásticos los Regionales, pero tienen que subir. Cuando llegás a las ligas mayores, te mencionan como club, a tu localidad. Las dos Villas, están en el centro de país, deberían aprovechar eso.
¿Y Alem?
Alem es enorme, es una lástima que no esté en una categoría más arriba. Lo que destaco es que, inferiores ha crecido mucho y hay mucho potencial ahí. Ha crecido mucho de abajo hacia arriba, falta mejorar, las bases están, en mi opinión, hay que consolidar la gestión para que el Club ascienda. Hay que creer en grande. La ciudad debería acompañar al club, más allá de ser hincha o no del León.
¿Tu paso por Instituto de Córdoba?
Instituto es como mi casa, estuve cinco años y jugué tres como titular, me hice conocido y me abrió muchas puertas, tengo un amor incondicional por el club. Más allá de no ganar cosas importantes, he dejado una huella como persona y eso para mí es muy importante. Amo ese club y me terminé haciendo hincha.
¿Cómo fue el momento en que te enteraste que ibas a jugar en River Plate?
Estaba comiendo un asado en Nueva Córdoba con unos amigos, me llama Marcelo (Gallardo) y me dijo que me quería llevar al club, pero, que no diga nada, hablamos una hora. Tenía 31 años, no podía creerlo y tampoco compartir la noticia con nadie.
Esos 20 días, me iba al gym todos los días a entrenar fuerte, estaba contento internamente y asustado a la vez. Sabía que, en algún momento, mi pase iba a ser a primera división, pero, nunca imaginé tan grande. Fue una revolución cuando se enteraron en el barrio, mi familia, mis amigos.
Un jueves me llaman y me dicen que tenía que viajar a Buenos Aires para hacer trámites y pasaportes porque el domingo siguiente nos íbamos a Miami de pretemporada. De un día para el otro, me cambió la vida.
Te arrepentiste de dejar River. A la distancia, ¿qué análisis hacés de lo que pasó?
Estaba bien, hice muchos amigos, me apresuré en la decisión. Por ahí, el querer jugar y tener continuidad y ser titular, nos juega en contra. Me fue duro el golpe y el cambio de club, pero, siempre me gustaron los desafíos, me acomodé y nunca me quedé en la fácil.
¿Cómo es tu personalidad?
Soy tranquilo, me gusta estar solo, necesito mi momento al día para estar en soledad con el mate y, a la vez, soy temperamental e impulsivo, estoy aprendiendo a manejar eso en el lugar que ocupo actualmente en el municipio.
¿Te dijo Gallardo en algún momento cómo llegó a contactarte?
No concretamente. El “Pollo” Guzmán iba mucho al campo a verme jugar y tuve la suerte de tenerlo a Darío Franco como DT que me enseñó a salir jugando con el pie, desde abajo, eso en ese momento era nuevo y, Gallardo quería lo mismo. Él siempre me respetó mucho, fui su primer refuerzo, tenemos una buena relación, más allá de mi decisión de irme.
¿Cómo sos profesionalmente?
Siempre fui muy exigente conmigo mismo, me autocriticaba mucho en el fútbol, me costaba disfrutar de lo bueno que me pasaba; me costó llegar donde llegué, pero, siempre fui muy profesional y en general en mi vida, soy exigente.
También soy muy estructurado y la función pública me está cambiando de a poco. Necesito aprender a delegar, como en el fútbol, la responsabilidad es grande y siento que, a veces, la última instancia recae en mí, como en el arco. Por suerte tengo un gran equipo de trabajo y eso lo facilita mucho.
¿En qué momento de tu vida llegó la paternidad?
Con Sofía, madre de mi hija, nos conocíamos de hace mucho tiempo. Y cuando me dio la noticia, tenía estabilidad emocional muy buena y creo que llegó en el momento justo. Si no llegaba en ese momento, no sé si hubiese sido padre. Así y todo, estuve lejos, la extrañaba mucho, fueron años durísimos sin tenerla a mi lado todos los días. Por algo llegó, me cambió la vida.
¿Tu paso por Gimnasia y Esgrima?
Me costó venirme. Yo había dado mi palabra de asumir en la función y acompañar a Ignacio. En Gimnasia y Esgrima de Jujuy encontré una dirigencia, un grupo de jugadores, amigos, me gustaba la gente, la ciudad, pero, no podía llevarme a mi hija y alejarla de sus abuelos, de su entorno y, eso me llevó a tomar la decisión.
¿Tuviste alguna lesión grave?
Nunca me lesioné. Alguna rotura de meniscos cuando era chico, pero, no más que eso. Soy muy mañoso con el cuidado diario, el gimnasio y la alimentación.
¿Te quedaron objetivos pendientes en el mundo del fútbol?
Podría decir, jugar internacionalmente. No se dio porque el club en el que jugaba, no quiso darme el pase. Económicamente no iba a hacer una diferencia, pero, sí en lo personal.
Actual, tengo el objetivo de terminar una Tecnicatura para Técnico de Fútbol a distancia que estoy cursando en una Escuela de La Plata. Me queda un año para recibirme. La venía haciendo mientras jugaba, antes de dejar Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Mi idea es volver al fútbol, desde otro lugar, pero, en algún momento volver.
¿Cómo te llegó la propuesta de asumir como secretario de Deportes?
Nunca estuve involucrado en la política. Hubo un tiempo en el que me había retirado del fútbol y viví en Villa Nueva y ahí fue cuando conocí a Ignacio (Tagni). Éramos concuñados, entonces me ha invitado al Comité, a cenar, hemos compartido varios momentos.
Después me fui, volví a jugar al fútbol y extrañar tanto a mi hija, me hizo pensar en volver a Villa Nueva. Después, llega la propuesta de asumir en la función pública en la Secretaría de Deportes y consideré que tengo mucho para aportar y me vine. Igualmente, ya había tomado la decisión de dejar de jugar por mi hija, para estar más cerca de ella.
En ese tiempo, antes de venirme a vivir a Villa Nueva, hablé con el Director de Deportes de Jujuy, para empaparme en el tema.
¿Qué es lo que más te cuesta?
La burocracia municipal, entiendo que es lo correcto pasar por varias instancias, autorización y revisiones para que todo sea informe y transparente, pero es algo que no estaba acostumbrado.
¿Qué proyectaste para estos años de gestión pública en tu área?
Somos un gobierno abierto y a diario recibo muchas propuestas de los mismos vecinos. Las escucho a todas y la idea de trabajo es darle lugar a lo que sea viable dentro de nuestras posibilidades.
En esta gestión, si hablamos de proyectos tengo muchos, hay que gestionar y trabajar para alcanzarlos. Quisiera que la ciudad tenga una cancha municipal de tenis y pádel, una escuela de verano, mejorar la pista de atletismo, brindar talleres de ajedrez, reacondicionar espacios. Se acercan mucho los chicos al parque y hay que lograr hacer accesible nuevas disciplinas.
¿Qué es lo que más te gusta de la ciudad?
Lo que más me gusta es vincularme con la gente y el parque, hay mucho para crecer y ese pulmón verde donde trabajo, me inspira mucho.