Dos pelotas de fútbol y las ironías de la muerte en Villa María…

Parece mentira. En menos de dos meses, tenemos que lamentar la pérdida de dos personas muy jóvenes y en ambas tragedias una pelota de fútbol es parte de la escenografía fatal. En enero fue Victoria Irusta. Ahora en un partido de fútbol murió un joven de 29 años disputando un partido del CAFU.

Escribe: Gabriela Beck

Exactamente este sábado 6 de marzo se cumple un mes de la muerte de la joven Victoria Irusta, quien se accidentó la noche del 21 de enero con su bicicleta al chocar una pelota de fútbol, a la altura de calle Espora al 300, justo una cuadra antes de llegar a su casa. Vecina mía, por lo que el caso me conmovió particularmente.

El fatal destino había jugado una mala pasada. Vicky, como la conocíamos todos, cayó al suelo y su cabeza impactó de lleno en la vereda. Aunque la derivaron de urgencia al Hospital Pasteur había sufrido lesiones gravísimas, un hematoma subdural y traumatismo de cráneo.  Luego de más de dos semanas luchando por su vida, ella desplegó sus alas, dejando una tristeza enorme entre quienes la conocíamos y no podíamos creer que se nos había ido tan joven, a los 34 años, y en un accidente que a todos nos había parecido tan increíble, tan irónico…

Otro pelotazo del fatal destino

El mensaje me llegó durante la madrugada. A decir verdad me encontró en los brazos de Morfeo. Me levanté muy temprano, alrededor de las 6 de la mañana y leo el whatsapp: «Jugando al fútbol amateur, en el CAFU, un joven de 29 años cabeceó junto a otro jugador, convulsionó y falleció». Debo confesar que tuve que leer dos veces el mensaje, tal vez porque estaba algo dormida aún, pero en parte porque no podía creer que otra vez una pelota de fútbol era parte de una escena con resultado fatal.

Lamentablemente no era erróneo el mensaje. Así, de este modo, el destino o como lo quieran llamar, se había llevado otra vida, esta vez la de Eder Carranza. Jugaba un partido en la cancha número 2, correspondiente a la fecha sexta del campeonato organizado por CAFU y se enfrentaban Forza Nova y Club Atlético La Pandemia, equipo este último que integraba Carranza.

Él y otro jugador saltaron para cabecear un centro aéreo, una situación típica en un partido e impactaron sus cabezas. Lo que era un juego, se transformó en un segundo en una pesadilla. Eder terminó en el suelo y comenzó a tener convulsiones. Aunque fue asistido por la ambulancia de un servicio médico dispuesto en el lugar, se le suministró oxígeno y lo trasladaron urgente al Sanatorio de la Cañada, no pudo sobrevivir a otra gambeta del destino.

No lo conocía a Eder Carranza. Pero igual no pude más que lamentar la ida de una persona tan joven. Me quedé masticando bronca, dolor y hasta un poco de incredulidad. Es que parece que a la Parca se le ha dado por jugar a la pelota por estos lares…

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