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[Historias] El Vaticano tiene el recorrido en tren más corto del mundo
El Vaticano no tiene línea costera ni aeropuerto (aunque sí helipuerto), pero presume de la red ferroviaria más corta del mundo, con una longitud de 1,27 kilómetros y su correspondiente estación.
Escribe: JULIO A. BENÍTEZ – benitezjulioalberto@gmail.com
El Vaticano es el país más pequeño del mundo, cuya superficie total es de 0,44 kilómetros cuadrados y, pese a su tamaño, es uno de los estados más complejos del planeta. Su porcentaje de alfabetización es del 100% y sus habitantes hablan, en su mayor parte, latín, italiano, francés e inglés. Emite sus propios pasaportes, tiene su correspondiente policía y su sistema telefónico es muy particular.
Tiene correo, farmacia, observatorio astronómico, radio, sistema bancario que permite a los usuarios realizar en latín, en los cajeros automáticos, sus transacciones. Además, cuenta con un contingente de guardias suizos responsables de la seguridad personal del Papa. No tiene línea costera ni aeropuerto (aunque sí helipuerto), pero presume de la red ferroviaria más corta del mundo, con una longitud de 1,27 kilómetros y su correspondiente estación.
Origen
El ferrocarril de la Ciudad del Vaticano, creado en virtud del artículo 6 del Tratado de Letrán (1929), que rubricaba la paz entre la Santa Sede y el Reino de Italia, fue entregado al Papa el 2 de octubre de 1934, aunque en marzo de 1932 entró la primera locomotora en los terrenos de la Santa Sede.
Gregorio XVI (1831-1846) había prohibido que se construyera el ferrocarril en los Estados Pontificios para evitar “que se introdujeran en su territorio ideas novedosas y revolucionarias”.
Como cualquier otra nación, tres cuartos de siglos más tarde se propicio el encuentro con el tren durante el pontificado de Pío XI (1922/1939). Tras el acuerdo entre ambos Estados, el ferrocarril debía cubrir el servicio de pasajeros y mercancías, por lo que el Gobierno de Italia otorgó al Vaticano poderes de inspección y aduana.

La red comienza en un desvío de la línea principal de Roma a Viterbo, al norte de la estación Roma San Pietro. A 300 metros de la terminal, la línea describe una ligera curva a la derecha, donde empieza el viadotto del Gelsomino. La línea no posee pendientes, tanto la estación Roma San Pietro como la ciudad del Vaticano se encuentran a 38 metros sobre el nivel mar. Solo el túnel utilizado para maniobras, dentro del Vaticano, tiene una ligera pendiente para agilizar su drenaje.
Cuando se habilitó al servicio público en 1934, la vía estaba formada por tramos fijos de 12 metros de largo y 16 durmientes cada uno. En realidad, solo 300 metros de los 1.270 de la red se encuentran en territorio pontificio.
Cómo se construyó
La gestación del proyecto fue más compleja que su puesta en práctica, dado que las mayores dificultades del plan se solventaron tras largas discusiones sobre el papel, mucho antes de que la primera máquina entrara en el espacio pontificio.
Sin embargo, una vez que se solventaron las dudas vaticanas, el trazado de la vía se completó con una rapidez inusual. El 3 de abril de 1929 comenzaron los trabajos que se encomendaron al Ministero dei Lavori Pubblici, y el plan de acción comprendió el tendido de la red entre la plaza de Santa Marta y el Palacio del Gobernador.
Una de las primeras tareas tenía como objetivo salvar la Vía Aurelia, ya que se necesitaban reformas importantes para que la altura del terreno elegido sea igual al de la Plaza de San Pedro, y el viaducto de Gelsomino fue la solución técnica, la obra más compleja de la línea (los cimientos están a 25 metros de profundidad sobre un suelo inestable) y la que consumió más tiempo.
Dicho viaducto es de mampostería de 143,12 metros de largo y 9,90 de ancho, compuesto de ocho arcos, con una luz de 15,30 metros cada uno. Sus pilares están adornados con el escudo de armas de la casa de Saboya, (y el último pilar) atraviesa la Vía Aurelia, a 70 metros del Vaticano y el entorno está dominado por la cúpula de San Pedro, muy cerca a la vía.
Finalizado el viaducto, se trazaron los últimos metros de la línea en territorio italiano y comenzó un tramo de vía doble que debían utilizar los trenes en sus maniobras en la nueva estación. Las vías debían superar la muralla que establece el límite entre Italia y la Ciudad del Vaticano, para lo que se construyó un portón con un arco de 16,70 metros de ancho, decorado con el escudo de armas de Pío XI.
Se hizo obligado el cierre de este paso, que solo puede estar habilitado para el tráfico ferroviario. Los técnicos construyeron el portón con dos hojas, de acero, que pesan 35 toneladas, que se mueven sobre rieles transversales al ferrocarril, y con sendos motores eléctricos, aunque la operación se puede hacer a mano.
La construcción de la estación fue encargada por el Papa Pío XI a su favorito, el arquitecto e ingeniero Giuseppe Momo, a quien también confío la renovación de la Ciudad del Vaticano.
El profesional citado contaba con grandes antecedentes, y su obra maestra había sido la construcción de la entrada de los Museos Vaticanos, que inspiró a Frank Lloyd Wright para el Museo Guggenheim de Nueva York.
La estación fue un lujo explicable, pues está preparada para recibir a los mandatarios mundiales y servir para las audiencias papales. De hecho, algunos jefes de Estado han entrado al Vaticano a través del edificio ferroviario.

Allí se ubica la Oficina de la Gendarmería y la de los agentes ferroviarios que están conectados a Roma San Pietro con una línea telefónica y telegráfica. “La estación más bella del mundo”, -dijo el Papa.
El 18 de abril de 1932, una locomotora a vapor, de los ferrocarriles italianos Nº 735210 atravesó por primera vez el portón y entró en territorio vaticano. Curiosamente, su impulsor, Pío XI, nunca utilizó ese tren, que ahora funciona con máquina diesel.
Esta corta red ferroviaria nunca tuvo servicios regulares de pasajeros, pero sí de tráfico para mercancías compuestas por productos de consumo para la Santa Sede, y/o para transporte de suministros de socorro de víctimas de graves accidentes o catástrofes, colaborando con Cáritas.
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Fuente: elferrocarrilmáscorto.com