[Historias] Explosiones de otras épocas: Cuando estallaban las calderas a vapor

Como inicio de la siguiente historia, es interesante recordar que los carros o vagones, que se usaban para el traslado de lo que se extraía desde las minas a los puertos, circulaban sobre rieles tirados por caballos.

Escribe: JULIO A. BENÍTEZ – benitezjulioalberto@gmail.com

El vapor se había convertido en el motor del progreso, con las calderas que proporcionaban energía a las locomotoras y a los barcos que marchaban con su impulso, pero su rápido desarrollo produjo muchos desastres, por lo que nos resulta difícil imaginar los peligros relacionados con la Revolución Industrial, que hace doscientos años empezaba a surgir.

Es importante aclarar que en todos los casos, desde el principio hasta más o menos  fines del siglo XIX, los accidentes del tipo explosiones por causas del vapor, (Punto 1), fueron producidos por fallas del material de hierro forjado con el que se construían las calderas y cuyas uniones no estaban bien soldadas, o unidas con remaches; (Punto 2), los primeros  manómetros no marcaban la presión exacta; (Punto 3), especialmente los trenes cada vez requerían más velocidad y llevaban más carga, entonces, los maquinistas y el personal adjunto en la cabina no  observaban con mucha atención al  manómetro y demás elementos del tablero de control de  la máquina, sistemas que fueron perfeccionados después de varios desastres ferroviarios y marítimos.

Los desastres

En 1815, se estaban realizando las pruebas y experimentos con una locomotora, que sería la primera explosión, en Darlington (Inglaterra), que produjo 16 muertes, entre técnicos y obreros.

Y así entre 1880 y 1890, incluyendo las pruebas que ya se hacían en Estados Unidos, se fueron produciendo más desastres por el mismo motivo.

Además, arrojaban trozos de mampostería de los edificios vecinos o de las mismas locomotoras a distancias increíbles, donde al caer también producían muertos y heridos.

Navegando por el río Misisipi, al vapor Pensilvania, transportando pasajeros, el 13 de julio de 1858, le explotó la caldera, con la muerte de 250 personas, y el 27 de abril de 1875, El Sultán, navegando por el mismo río sufrió  mismo desastre, con  muertos y muchísimos heridos.

En Inglaterra, en 1876, explotó la caldera del acorazado británico Castellan, que produjo la muerte de todo el personal de la nave, unas 45 personas.

Ya en el siglo XX, en la fábrica de calderas de San Antonio (EEUU) ocurrió otra explosión, el 18 de marzo de 1912, cuyos restos llegaron a más de 7 cuadras del lugar, con 26 muertos, 50 heridos y 10 desaparecidos.

A fines del siglo XIX y principios del XX se fundó en Inglaterra la primera compañía de seguros para cubrir los desastres por estos motivos o por accidentes de este tipo.

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Fuente: grundfus/explosiones/calderas/vapor.

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