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[Música e Historia] Chacarera de las Piedras y la magia del Cerro Colorado (VIDEO)
“No te metas en los montes si no ha salido la luna”
Escribe: Leo Muñoz
Héctor Roberto Chavero
Atahualpa Yupanqui era el nombre artístico cuyo reconocimiento universal convirtió en perdurable el recuerdo de Chavero.
Su huella musical es tan profunda que es celebrado como el músico folklórico más importante de nuestra historia.
Nació en 1908 y falleció con 84 años en 1992. Sus primeros años transcurrieron en la provincia de Buenos Aires, mudándose la familia a Tucumán en 1917.
El Norte lo atrapó con su impronta única y característica, lo enamoró con su música y paisajes, con su gente.
El caminante eterno recorrió muchas sendas favorables y otras complicadas, en su vida sentimental como en los vaivenes políticos del país, llevándolo al exterior en varias ocasiones.
Su obra
Registró 325 canciones oficialmente, las que nutrieron su actividad musical y nutren el repertorio de una larga lista de artistas de toda latitud.
Algunas creaciones inolvidables son “Cachilo dormido”, “El arriero va”, “Indiecito dormido”, “La añera”, “Los ejes de mi carreta”, “Luna tucumana”, “Zamba del grillo”.
La lista de discos propios y en los que fue parte es extensa, pero también fue escritor y participó de varias películas, un artista muy completo.
“Chacarera de las piedras” fue registrada en 1953, subtitulada “Y cantaban las piedras”, la letra pertenece a Don Ata y la música a su segunda mujer “Nenette”, cuyo seudónimo era Pablo del Cerro, colaboradora en muchos de sus éxitos.
Y cantaban las piedras
La chacarera que tratamos sigue los pasos de Yupanqui, marcando el lugar de su casa en el norte cordobés, en Cerro Colorado, lugar en que se radicaron con su mujer en los 50.
La letra refleja paisajes, aromas, costumbres de esa región. La flora es cantada en el mistol, los talas, la yerba buena, la fauna con la iguana, el paisaje con las piedras, arena, camino y montes, la sintonía del hombre y la naturaleza con el jinete y la huella.
No están ausentes la picardía, la medicina natural, la prudencia del criollo en la noche sin luna. Y los lugares vistos, vividos y recorridos, por el poeta, Cerro Colorado, Caminiaga, Santa Elena, El Churqui y Rayo Cortado.
Sólo un magnífico artista amante de su entorno puede resumir en 28 versos tanto y transmitirlo de manera genuina y fresca, transparente, como Don Atahualpa.
Chacarera de las Piedras (Atahualpa Yupanqui)
Aquí canta un caminante
Que muy mucho ha caminado
Y ahora vive tranquilo
Y en el Cerro Colorado.
Largo mis coplas al viento
Por donde quiera que voy
Soy árbol lleno de frutos
Como plantita ‘e mistol.
Cuando ensillo mi caballo
Me largo por las arenas
Y en la mitad del camino
Ya me he olvida’o de las penas.
Caminiaga, Santa Elena
El Churqui, Rayo Cortado
No hay pago como mi pago
Viva el Cerro Colorado.
A la sombra de unos talas
Yo e’ sentido de un repente
A una moza que decía:
«Sosiegue que viene gente».
Te voy a dar un remedio
Que es muy bueno pa’ las penas
Grasita de iguana macho
Mezcla’íta con yerbabuena.
Chacarera de las piedras
Criollita como ninguna
No te metas en los montes
Si no ha salido la luna.
Caminiaga, Santa Elena
El Churqui, Rayo Cortado
No hay pago como mi pago
Viva el Cerro Colorado.