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[Opinión] 40 años de democracia: Desde Alfonsín al balotaje de Massa y Milei
A fines del mes de octubre de 1983, la UCR ganaba las elecciones generales a la presidencia de la Nación, por aquel entonces con Colegio Electoral, según la Constitución Nacional vigente de 1957. Ese texto establecía el sufragio indirecto y un mandato presidencial de seis años sin posibilidad de reelección inmediata.
Escribe: Lic. Jorge A. Daher
La elección se polarizó entre los dos partidos políticos tradicionales de la democracia argentina, la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Justicialista (PJ), los que sumados obtuvieron casi el 92% de los votos, mientras que la tercera fuerza sólo obtuvo el 2%. Fue la primera derrota del Partido Justicialista en su historia electoral.
Alfonsín ganó en 16 de los 24 distritos electorales y concurrieron a las urnas más del 85% de los ciudadanos. Los votos en blancos y nulos fueron insignificantes y apenas superaron el 2%.
El cuerpo legislativo proclamó la fórmula Alfonsín-Martínez con 317 electores, de los 600 que estaban para elegir.
Alfonsín obtuvo el 51,7% de los votos totales emitidos en la elección del 30 de octubre, fecha en la que celebramos los 40 años de vida en democracia.
Muchos sectores lo reconocen como «el padre de la democracia moderna en Argentina».
Asumió el 10 de diciembre, en el día internacional de los Derechos Humanos, ante una nutrida representación exterior.
En su historia política podemos indicar que el 18 de diciembre de 1975, tres meses antes del golpe militar que dio inicio al Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), Alfonsín fue una de las personalidades que fundaron la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
Política económica
Su política económica estuvo marcada por una deuda externa muy alta que entró en default en 1988, una alta inflación que pasó a hiperinflación el 14 de mayo de 1989 y una economía estancada. Los valores del intercambio eran paupérrimos y Argentina no era precisamente un país industrial.
El gobierno militar había triplicado la deuda externa. El nuevo presidente democrático debió recibir una deuda de 45 mil millones de dólares y entregó a su sucesor Carlos Menem con 58 mil millones. Hoy Fernández deja una deuda que supera los 400 mil millones de dólares, la más grande nuestra historia.
Con el inicio de la democracia, cada argentino debía 1800 dólares, hoy 40 años después, debemos cerca de 9000 dólares.
Alfonsín restableció las libertades, brindó diálogo político y exudó honestidad, pero sus seis años de Gobierno se tradujeron en una erosión constante de su liderazgo por el doloroso ajuste económico, que fracasó en la lucha contra la hiperinflación y la recesión, la presión del sindicalismo peronista.
Fue el primer gobierno en el mundo que juzgó la conducta del gobierno militar pero la imagen se debilitó por las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida. En las relaciones exteriores, alumbró el eje de integración Argentina-Brasil-Uruguay, génesis que fue del MERCOSUR.
Democracia y balotaje hoy
Hoy vivimos el preludio de la segunda vuelta electoral para elegir entre dos candidatos en donde muchos ciudadanos no terminan de resolver sus preferencias y luchan en contra de sus propios valores para determinar finalmente a quien elegir.
Sin duda que la determinación NUNCA DEBERÁ SER VOTAR EN BLANCO, ANULAR EL VOTO O NO IR A VOTAR, eso significará ELUDIR NUESTRA RESPONSABILIDAD CÍVICA, que nos obliga a participar y ser responsables en la construcción de la democracia.
Estamos en una bisagra histórica, pero debemos elegir. Los gobiernos nos cambian la vida, para bien o para mal, y los elegimos nosotros, los ciudadanos.
Hoy el sistema democrático tiene inmensa deuda con sus ciudadanos. Gobiernos corruptos, mentirosos, dirigentes desesperados por sus privilegios y tantas cuestiones más que afectan nuestra vida familiar y social.
Aspiremos no pretender sustituirlo con mesiánicos ideólogos, políticos deshonestos. Simplemente mirando sus historias podremos bien informarnos.
Anhelemos exigir el bien común que significa racionalidad económica, respeto por cada ciudadano, equidad social y control irrestricto de quienes nos gobiernen.
Volvamos al inicio de estos 40 años de democracia afirmando lo que fue entonces proclamado: “la República sólo puede hacerse con republicanos, y la ignorancia o el desprecio por la Constitución y por la ley, sólo se remedian por la educación cívica y por el ejemplo de los líderes auténticos, elementos irreemplazables de la democracia constitucional.
Como expresó quien inició este tiempo democrático un 27 de octubre de 1983, desde una Plaza de la República colmada de gente: “Tendremos autoridad porque seremos capaces de convencer, porque estamos proponiendo lo que todos los argentinos sabemos que necesitamos: la paz y la tranquilidad de una convivencia en la que se respeten las discrepancias y en la que los esfuerzos para construir que hagamos cada día no sean destruidos mañana por la intolerancia y la violencia”.
“Proponerse convencer solo tiene sentido si estamos dispuestos también a que otros nos puedan convencer a nosotros, si aseguramos la libertad y la tolerancia entre los argentinos. Proclamamos estas ideas no sólo porque nos parecen mejores sino -y sobre todo- porque sabemos que constituyen el único método para que los argentinos nos pongamos a construir de una vez por todas nuestro Futuro”.
¡Esto es, simplemente, la democracia!