[Sexología] “Apoyada” y “tocadita”, no: Construyamos dinámicas de seducción consentidas

Escribe: Lic. Noelia Benedetto (Psicóloga y sexóloga)

¡Ya no te busco más porque siempre me rechazás! Al final nunca tenés ganas de nada ¡antes no eras así! ¡Sos una frígida! ¡Sólo tenemos sexo cuando vos tenés ganas!

Estas frases son recurrentes en la consulta, las socializadas mujeres vienen arrinconadas por la demanda de más sexo de sus compañeros bajo la etiqueta de bajo deseo sexual.

Cuando empiezo a indagar acerca de las dinámicas de cortejo surgen estas propuestas taaann tentadoras. Acercamiento súbito, apoyada y «recorte» directamente a las zonas erógenas y/o genitales. «Viene y me toca la lola antes de decirme “hola”, aunque sea, si tenía algo de ganas se me seca todo».

Imagínate que estás conociendo a alguien y de la nada te mandás con una mano o una apoyada… ¿Qué crees que pasaría? Y, mínimo, una perimetral. ¿Por qué crees que esto sería una herramienta exitosa de cortejo? ¿Te funciona?

Y si te dicen que NO a esa propuesta «tan difícil de rechazar»… ¿Por qué la seguís repitiendo?

Sí al consentimiento

Salvo que esté consensuada y consentida esta forma de seducirse entre las partes (que les caliente por igual), mi sugerencia es que revises tus abordajes y que respetes los no verbales y paraverbales.

Cuando el consentimiento y el registro de la otra persona en el acto sexual desaparecen, nos hace sentir incómodas, sin herramientas para pedir o comunicar cómo nos sentimos.

Si has tenido alguna actitud machista y la persona te lo comunica, intentá pedir disculpas.

Las relaciones sexuales están llenas de conversaciones intensas y hasta incómodas. Y si recibiste alguna, que no te dé miedo abrirte y expresar lo que sentís.

Comunicá lo que te gustó y lo que no también, para ir construyendo dinámicas de seducción más placenteras.

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