[Aniversario]Las personalidades que impulsaron el futuro de Villa María

En este nuevo aniversario de la ciudad, recordamos figuras, personalidades, vecinos destacados y visitas ilustres. Nombres propios que forjaron el futuro de esta gran ciudad. Las palabras pertenecen al ya desaparecido poeta, escritor e historiador Rubén Rüedi.

El hombre más importante en el despegue de la antigua Villa María es Joaquín Pereira y Domínguez. El hecho más importante: la adquisición de Joaquín Pereira y Domínguez y Marcelino Arregui, a Manuel Anselmo Ocampo, de todo el campo que incluye el casco urbano de Villa María.

En 1880. Allí comienza el desarrollo de Villa María.

Manuel Anselmo Ocampo funda Villa María por una especulación inmobiliaria, un negocio. El de Joaquín Pereira y Domínguez también es un negocio, pero un negocio de alto riesgo, porque lo compra a un precio mayor que el que había pagado, 13 años antes, Manuel Anselmo Ocampo (en 1861), que se lo compra a un tío, por nada.

Tierras que venían de la usura. Porque el tío de Manuel Anselmo Ocampo (Mariano Lozano) era prestamista. Lozano era un acaudalado hombre de negocios, político, ya que estuvo en altos cargos en el gobierno de la provincia de Córdoba. Se queda con las tierras de Bonifacia Moyano por una deuda.

A la vez el padre de Manuel Anselmo Ocampo era un asiduo concurrente a los círculos del poder, por lo que sabe del trazado de los rieles del ferrocarril. Para evitar la reserva de terrenos a una legua por lado, funda Villa María.

Joaquín Pereira y Domínguez

Debemos decir que, por su parte, Joaquín Pereira y Domínguez estaba radicado desde antes de la fundación de Villa María, en Villa Nueva, a la que llegó siendo un adolescente. Él compra las tierras con el propósito de desarrollar el pueblo. Traza un nuevo plano, agrega plazas a la única que se había determinado y vive aquí y se queda aquí.

En 1884 construye la mansión de Pereira y Domínguez, que era una auténtica casona, porque por aquellos tiempos Villa María era un caserío con construcciones de adobe.

Diez años después muere trágicamente frente a la casona, rieles de por medio, cuando lo matan en el Club Progreso.

También es muy importante su mujer. Elisa Cardama que, en años posteriores, incluso entrado el Siglo XX, dona tierras como, por ejemplo, para construir el puente Juan Bautista Alberdi.

Parajón Ortiz y Deiver

En el Siglo XX hay dos personalidades destacadas: Parajón Ortiz y Salomón Deiver.

Del primero mucho se ha hablado e incluso fue descalificado por sus propios correligionarios, víctima de conspiraciones internas en su partido.

Médico tucumano que llega a Villa María después de ganar el certamen literario de los Juegos Florales e incluso llega a desempeñarse como el primer director del Hospital Pasteur.

Salomón Deiver fue el precursor de la justicia social. Fue peronista antes que Perón. Accede al gobierno municipal en 1940. El 1 de mayo asume como intendente, después de enfrentar a Amadeo Sabattini; de ganarle la interna a Seidel, imponiendo una forma de hacer política que tiene que ver con la participación ciudadana.

Tanto es así que su caballito de batalla en la campaña es la reconstrucción del puente Vélez Sársfield, que se había caído en 1927. Para reconstruirlo convoca a las fuerzas vivas, arma una comisión de vecinos que trabaja codo con codo con la Municipalidad y al año de gobierno el puente está reconstruido.

Un hombre con sensibilidad social. No sólo hizo el famoso zoológico, el rosedal, el parque infantil, sino que hizo el primer plan de viviendas económicas, en la calle San Luis entre Rivadavia y el bulevar Córdoba, que luego se llamó Cárcano.

Dejó su trazo en la historia a través del periódico Tercero Abajo, que había aparecido en mayo de 1907. Deiver lo adquiere en 1929 y perdura hasta después de su muerte, ocurrida en 1963.

Todo un estilo

El Tercero Abajo marcó un estilo en la prensa local. Fue un medio donde todos se expresaban pero era usado en las campañas proselitistas (Deiver tuvo tres de ellas).

No escribía desde las sombras; los títulos eran reivindicativos de su figura.

Un episodio marca la personalidad y la nobleza de Salomón Deiver: cuando presenta su candidatura por tercera vez, casi en contra de su voluntad porque estaba enfermo, días antes de la elección titula: “Un aluvión humano se desplomó sobre Villa María, aclamando a Deiver Intendente”.

Era en referencia a un acto realizado en Carlos Pellegrini y Corrientes. En la bajada colocó: “Nunca visto en la ciudad, tanta gente aclamando a un hombre”.

Más próximo a la elección titula: “Los cinco candidatos están en la línea de largada, pero en un final dramático triunfará la sangre árabe”. Pone la foto de los cinco candidatos pero la de él aparece al medio, más grande que las otras. En esas elecciones termina tercero.

El título siguiente reivindica la figura de Porfirio Seppey, ganador en esas elecciones y llamaba a la población a trabajar codo con codo con el nuevo intendente.

Eso habla de un hombre que manejaba los códigos, a pesar de su poca formación escolar, porque no había tenido acceso a la educación formal. Tenía horrores de ortografía, pero tenía un sentido muy claro de los valores.

Multiplicidad de identidades

Villa María tiene una identidad muy clara; es la multiplicidad de identidades; es la suma de identidades que, en definitiva, hacen una identidad.

Villa María tiene una diferencia sustancial con Villa Nueva, por sus propios orígenes.

Villa Nueva nace del campo a la ciudad. Los primeros habitantes de Villa Nueva llegan a caballo, porque se nutre de la gente que vivía en las estancias circundantes. Tiene un componente criollo muy fuerte en sus orígenes. Villa Nueva tiene primero iglesia y después escuela.

A Villa María los habitantes llegan en tren y antes bajan de los barcos. Vienen del puerto a la ciudad. Villa María tiene primero escuela. Y la escuela le dio cabida a la iglesia.

Por eso Villa Nueva tiene marcados rasgos tradicionalistas, es más religiosa, quizá conservadora, mientras que Villa María es laica y progresista. Cada una tiene sus propios valores. Y un sentimiento de pertenencia muy fuerte.

Ocampo
Marcelino Arregui

Los intendentes

Entre 1895 y 1915 se produjo el flujo inmigrante más grande. Una cantidad impresionante de inmigrantes que llega al país. En ese momento es cuando Villa María crece demográficamente. Pero los años del gran despegue pertenecen a la década de los 80 del Siglo XIX, a partir de 1883. Cuando se logra el primer gobierno comunal. El 3 de diciembre asume Pedro Viñas, el primer intendente y se da el primer conflicto con Villa Nueva.

Cuando asume Viñas en 1883, se encuentra con nada. A los pocos días compra, al fiado, en la Casa Crisanto Mar y Hnos. cuatro palas y dos hachas, para poder empezar a trabajar. Ahí empieza la primera disputa con Villa Nueva, porque la corporación municipal del Tercero Abajo, que tenía asiento en Villa Nueva, no le quería dar la plata de los impuestos recaudados en el último tramo del año. Villa María reclamaba la plata de los impuestos que habían pagado los vecinos de Villa María.

El segundo fue tucumano, Silvestre Peña; el tercero fue español, Florencio Arines; después Felipe Poretti, suizo, electo tres veces. En el libro de Bernardino Calvo hay algunas omisiones; por ejemplo, la de un intendente de nacionalidad alemana. Von Garner, presidente del Concejo que se hace cargo de la Intendencia ante la renuncia de Manuel Reyna. Reyna dimite y por decreto lo nombra a Von Garner para que se haga cargo del gobierno. Fueron años dramáticos….

Poretti se decía italiano, pero había nacido en Lugano, en el cantón de Ticino, en el sur de Suiza. Sí se sabe que era hijo de padres italianos. Pero fueron dramáticos de 1883 hasta la década de los años 20, (en el Siglo XX).

La disputa por el poder era terrible. El 80% de los intendentes renunciaba. Y ni qué hablar cuando llega la época de la revolución de octubre, en 1917. Estaban los radicales rojos y los radicales azules.

Final no feliz

Otro tipo importante en la historia de Villa María, con un final no feliz, es Pedro Viñas.

Muere tirado. Es el impulsor del tranvía a caballos. Lo que hubo en Villa Nueva por 1873 fue una intención: el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que autorizaba al Ejecutivo a poner en marcha un tranvía a caballos.

Pedro Viñas hace la carta al Presidente de la Nación para que le done los rieles y las esclusas que habían sobrado del ferrocarril que iba a Rufino. Pedro Viñas es el gerente, después, cuando Angel Villasuso preside la Sociedad de Fomento para poner en marcha el tranvía.

El tranvía a caballos era de Villa María y de Villa Nueva, porque había intereses económicos en los dos lados. No era de Villa Nueva exclusivamente. Y como había un galpón en Villa Nueva, también lo había en Villa María, en la punta de rieles.

Pedro Viñas es también quien impulsa el primer barrio de Villa María, Villa Cuenca, que además de ser el primero es popular, con terrenos accesibles para el ingreso de los trabajadores. Un hombre emprendedor que muere en la pobreza.

Recordemos que cuando llegan las inundaciones se llevan Villa Cuenca completa. Es decir que en el transcurso del siglo podemos hablar de estos hombres como los más importantes para la historia de la ciudad.

Evita, Perón, Che Guevara, Gardel y Maradona

Villa María tuvo visitas ilustres. Con la diferencia que uno de ellos vivió en Villa María. El Che Guevara en 1948 y hay antecedentes, a través de la transmisión oral, que se desprende de un libro que se llama “Mi hijo el Che”, que lo escribe el padre y, en ese libro, se transcribe una carta de Ernesto que dice que vive en Villa María, en la calle Vélez Sársfield (el número es ilegible en la carta), a diez cuadras del centro.

Frente al colegio Trinitarios había una pensión, donde cuenta un antiguo lechero que allí le llevaba la leche a un joven que vivía con otro, evocando de uno de ellos que su apellido era Guevara. De allí a la plaza del centro hay 10 cuadras.

Y antes de aparecer el libro “Mi hijo el Che”, mi padre, cuando yo era niño, siempre decía que el Che había vivido en Villa María. Mucha gente testimoniaba lo mismo. Trabajaba de sobrestante en Vialidad Nacional, en el tramo de la ruta 158 entre Villa María y Las Perdices. Y tal vez haya estado en algún momento en Las Perdices, como dijo alguien. No por casualidad hace años Camilo Guevara, hijo del Che, estuvo en Villa María.

Eva Perón vino en octubre del ´46 y entre las personas con las que más conversó fue con Salomón Deiver. Eva Perón se bajó del tren a las 10:20 de la noche y caminó por calle Buenos Aires hasta la calle General Paz, dobló a la derecha y donde estaba Aliciardi (la concesionaria de autos), allí estaba el palco, mirando hacia plaza Centenario pero no pudo decir su discurso por el fervor de la gente. La esperaron con 300 antorchas encendidas; la policía montada cargaba contra la gente y Eva a los gritos pedía que no le tocaran el pueblo.

Perón vino en el ‘44 pero no llegó a la estación de trenes; el tren desvió para la Fábrica de Pólvoras.

Pero también por la antigua Posta de Ferreira pasaron muchas celebridades. Entre ellas, aunque muerta, Facundo Quiroga, cuyo cuerpo era transportado en una galera del brigadier Juan Manuel de Rosas, identificada con el rojo punzó.

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