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[Historias] Casa Berrini, una de las primeras “viviendas de vanguardia” que guarda tesoros de Bonfiglioli
Una de las joyas del patrimonio de la ciudad se levanta victoriosa en Lisandro de la Torre 32. Es la vieja Casa Berrini, actual sede del Grupo Gesta. Diseñada por el arquitecto cordobés Luis Rébora, el inmueble es el orgullo del presidente de la entidad, Miguel Olaviaga; quien desde su búnker del primer piso abre las puertas no sólo al inmueble sino también a este reportaje.
Escribe: Iván Wielikosielek
Hubo un tiempo en que muchas de las mejores casas de Villa María empezaron a ser decididamente vanguardistas; como si las enormes mansiones del pasado hubiesen sido reemplazadas por modernas viviendas de hormigón armado, y las románticas escaleras de caracol por geométricos accesos espaciales.
Días en que los antiguos salones coloniales no tuvieron más cabida en la incipiente aristocracia local, y pasaron a ser límpidos halls sin ornamentación alguna; con impecables pisos de parquet en lugar de mosaicos y ventanas rectas en lugar de góticos postigos ojivales. La línea pura del futuro había llegado para quedarse, desplazando (lo haría por mucho tiempo) a los arabescos diseños del pasado.
Y bien, esas casas, es decir esas “muchachas modernas” que sacaron de circulación a las viejas damas de antaño, empezaron a levantarse en la ciudad a principios de los años cincuenta. Y su impronta llegó hasta principios de los ochenta, con las últimas obras del arquitecto Carlos Alonso.

Y podríamos decir que, tanto el concepto como la finalidad funcional que las caracteriza, son deudoras del racionalismo internacional y de la Bauhaus alemana, en las antípodas de la tradición telúrica que imperó hasta los años treinta.
Sin embargo, esas “casas pioneras” de los cincuenta, son difíciles de encontrar, sobre todo en un estado óptimo. Ya sea porque las han subdividido para sacarles algún rédito inmobiliario o porque, en el peor de los casos, las han demolido para levantar un edificio.
Joya patrimonial
Contra todos los pronósticos, hay que decir que, una de esas joyas del patrimonio se levanta victoriosa en Lisandro de la Torre 32. Es la vieja Casa Berrini, actual sede del Grupo Gesta.
Diseñada por el arquitecto cordobés Luis Rébora, el inmueble es el orgullo del presidente de la entidad, Miguel Olaviaga; quien desde su búnker del primer piso abre las puertas no sólo al inmueble sino también a este reportaje.
“La casa se conserva prácticamente en su estado original, a excepción de algunas pequeñas modificaciones no invasivas, como el uso del vidrio para subdividir ambientes demasiado amplios y hacerlos funcionales a nuestra empresa, o la construcción de las rampas de acceso para personas con discapacidad. Pero fuera de esas intervenciones, no se han volteado muros ni se ha cambiado materiales. Los revestimientos de piedra exteriores y los balcones de madera siguen intactos también. Esto era una residencia señorial, muy moderna para sus tiempos, y la hemos respetado como tal”.
Acerca de la génesis del inmueble, Olaviaga comenta que “si bien no tenemos datos muy precisos, te puedo decir que la casa fue encargada por el empresario local Luis Berrini, propulsor de la empresa Cúspide, al arquitecto cordobés Luis Rébora, que fuera rector de la Universidad Nacional de Córdoba tras el retorno de la democracia. Y que, la misma, data de principios de los cincuenta. No tenemos la fecha exacta, pero estamos moviéndonos para recabar la mayor cantidad de datos posibles”.

Le pregunto a Olaviaga, por el momento exacto en que la vivienda fue adquirida por Gesta.
-En realidad, la casa fue adquirida por AMMA, antes de la creación del Grupo Gesta -me responde-, de esto hace unos veinte años ya… Hasta entonces, además de Berrini, sólo había vivido aquí un abogado de apellido Martínez. Creo que se debe a sus escasos propietarios, que el inmueble hoy ostente un nivel de conservación tan bueno…”.
Respecto a las “joyas y secretos” que guarda de la mansión, Olaviaga tiene mucho que decir también.
“Tanto las cinco farolas del patio como la reja de protección de las chimeneas, fueron obra de los alumnos de la vieja Escuela de Artes y Oficios, actual Escuela del Trabajo. También que todos los calefactores tienen coberturas de cajas de madera talladas por ebanistas, y los placares están laminados con madera de cerezo. En cuanto a los tizones para remover la leña, fueron labrados de manera artesanal y tienen empuñadura de bronce”.
“Más allá de eso, todo el mobiliario de la casa es original; desde las estanterías y alacenas hasta las mesas y sillas; incluso una de las mesas, la más grande de todas, cuenta con un timbre bajo la tabla para llamar a la servidumbre… Respecto al piso, es de madera o de piedra en toda la casa… Y hay muchos escondites para alhajas debajo del parquet…”.
Murales que son un tesoro
Sin embargo, y paradójicamente, una de las perlas de la mansión es externa a ella: y son los murales que, en la habitación de los niños, pintara el artista local Fernando Bonfiglioli. Se trata, en su inmensa mayoría, de personajes de Walt Disney; desde Blancanieves y los siete enanitos al ratón Mickey, Tribilín y el Pato Donald. Pero también hay un maravilloso paisaje con ciervos, una suerte de ventana a las sierras de Córdoba o Los Alpes suizos, y cuyo nivel de conservación es óptimo.
En una ciudad donde varios murales de Bonfiglioli fueron tapados por insidiosas planchas de “durlock” (esto pasó en una casa de electrodomésticos donde antes funcionara el Cine Sud) o por la inexplicable clausura de recintos culturales (como Casa España, donde otrora funcionara el Cine Alhambra) encontrarse con obras desconocidas del pintor es una maravillosa noticia patrimonial.

“No podemos saber si esos murales fueron encargados y pagados por Berrini, o si Bonfiglioli los realizó en calidad de amigo de la familia. Pero lo cierto es que ahí están, con los colores intactos; con sus pigmentos mezclados con yema de huevo… Y todo ese tiempo que pasó, no ha podido decolorar las figuras…”.
Otras propiedades
Pero la Casa Berrini, no es la única de las adquiridas por el Grupo Gesta y que ostenta un maravilloso interés arquitectónico. Y el presidente de dicha empresa social, se explaya en las demás propiedades.
“Conservamos, también, el Hospital Ferroviario de Lisandro de la Torre y Santa Fe, pese al deterioro que tuvo como producto de un geriátrico que funcionó durante muchos años allí, tras el cierre del Policlínico. Allí se levanta, ahora, nuestra Mutual Oñativia”.
“También hemos puesto en valor la casa de la familia Quadro, adquirida en 2018 y donde se encuentra actualmente la Biblioteca Caturelli, en Lisandro de la Torre 86; una casa que, por diseño y calidad, y levantada en la misma cuadra, es hermana de esta. Y también contamos con la actual sede de Sociedad Educativa Argentina en calle José Ingenieros 235, con sus ventanas, vitrales y habitaciones enormes convertidas en aulas. Hemos conservado intacto todos los frentes…”.
A modo de conclusión, el presidente del Grupo Gesta tiene estas palabras finales:
“A partir de Salamone, en Villa María somos herederos de un mandato arquitectónico ineludible. Y desde nuestra empresa hemos tenido, además, un profundo respeto por todas las construcciones preexistentes”.
