[Historias] El Justicialista, el auto peronista que antecedió al Porsche argentino

A comienzos de la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, se inició el proyecto de desarrollo de la industria automotriz nacional. Como parte de esta estrategia, surgió el icónico auto Justicialista, que Perón solía manejar en los jardines de la quinta de Olivos.

Escribe: JULIO A. BENÍTEZ – benitezjulioalberto@gmail.com

Los creadores del auto “peronista” nunca imaginaron que unos años más tarde las piezas de este vehículo servirían para el nacimiento del Porsche argentino.

La base para impulsar este automóvil en nuestro país fueron las instalaciones de Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), nacida en 1927 como Fábrica Militar de Aviones.

En 1952 la compañía lanzó el icónico Rastrojero y el motor Institec. Un año más tarde crearon el Justicialista, cuya carrocería estaba hecha con fibra de vidrio y tomado como símbolo del proceso del avance industrial argentino.

Este coche, el Justicialista, Gran Sport, vio la luz en abril de 1953; luego le sucedieron otras versiones, el Sport Special y el Gran Turismo. Este último estuvo cerca de ser exhibido en el Salón Internacional del Automóvil en París, pero su viaje fue interrumpido por la Revolución Libertadora, el golpe de estado que derrocó a Perón y puso fin a los proyectos relacionados con su imagen.

Porsche argentino

En ese momento entró en acción Talleres Especializados en Reparaciones de Automóviles y Motores (TERAM), que había sido fundada por Pedro Daverda y Federico De Bucourt en 1948, dedicados al mantenimiento y fabricación de tractores livianos y utilitarios en sus talleres en San Fernando y que en 1953 consiguieron firmar un contrato de exclusividad por 10 años con Porsche y fueron sus importadores oficiales de dicha marca en el país.

IAME se convirtió en DINFIA y dejó de producir los automóviles debido a su vínculo con el gobierno peronista, pero en su depósito habían quedado 144 chasis del Justicialista Gran Sport, que Daverda y De Bucourt aprovecharon la oportunidad y las compraron, con la única condición de que fabricaran los vehículos con otra marca.

Del otro lado del Atlántico, el propio Ferdinand Porsche les dio el visto bueno para que TERAM construyera un modelo nacional. Así nació el Porsche Teram en 1958, utilizando aquellos 144 chasis, pero con un rediseño de su carrocería inspirado en el Porsche 356 y el motor en la parte trasera. Sus componentes venían directamente desde Stuttgart y su elaboración era local.

El Porsche argentino, realizado con piezas sobrantes de «El Justicialista».

En total, entre 1958 y 1963 se fabricaron 144 unidades del Porsche argentino, en tres versiones: el Puntero con un motor de 1488cc, el Especial con motor de 1600cc y el Carrera con motor de 1600cc, dos carburadores y mayor potencia.

Si bien tuvo una corta vida, es recordado como uno de los modelos que el empresario alemán autorizó a fabricar fuera de su país natal.

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Fuente: https://cronista.com.justicialista.

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