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Malos negocios y falta de educación: Por qué caemos en engaños financieros o estafas económicas
Enseñar cómo administrar o mejorar los ingresos sería un paso importante para que los individuos puedan aspirar a una movilidad social.
Escribe: Julio César Nieto
El “boom” de los negocios, la bolsa o las criptomonedas vienen haciendo furor en las redes y en la vida real.
Las ofertas y propuestas tentadoras van desde programas serios hasta estafas piramidales.
En Villa María hubo sobradas muestras a lo largo de los años. Sin embargo, la tentación suele ser mayor y las víctimas se renuevan.
Dos de los grandes antídotos para evitar engaños en materia económica o financiera, sin lugar a dudas, son la educación y la correcta información.
Las finanzas no son una cuestión de coaching o fe en un líder mesiánico.
La actividad profesional del mundo de los brokers requiere y exige estudio, disciplina, paciencia y riesgo. Si bien la pata emocional y motivacional es importante, no lo es todo.
Adentrarse en el mundo financiero implica un cambio ideológico donde el conocimiento en varias ciencias es fundamental. Finanzas, Economía, Matemáticas, Estadística, Historia y Tecnología son la puerta de entrada para este maravilloso ecosistema.
En su etimología, la palabra Educación proviene del sustantivo latino educatio, derivado de educare o Ex-Ducere: Ex= Sacar y Ducere= encaminar. Es decir, sacar lo mejor de cada uno de nosotros desde adentro hacia afuera.
Si la Educación (en cualquiera de sus niveles) nos eleva, la Educación Financiera podría ayudarnos.
La educación financiera podría ayudarnos a generar mejores ingresos
Un informe de hace un par de años del Banco de Desarrollo de América Latina, midió el desarrollo de la Educación Financiera en diferentes países del continente. Entre 39 países evaluados, Argentina se encontraba en el puesto 37.
El estudio ubica a la Argentina en la retaguardia, no sólo a nivel mundial, sino también en el plano regional. Tiene una ponderación de 11,5, situada en el último lugar detrás de Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
En tanto, también está por debajo del promedio de los países del G20 (12,7) y ni hablar de los miembros de la OCDE (13,7).
Asignatura pendiente
Desde mayo de 2018, tras la reforma de la Ley de Mercado de Capitales (que regula las finanzas en el país) se sancionó la Ley de Financiamiento Productivo (Ley 27440) que contempla la incorporación de contenidos de Educación Financiera a la currícula escolar.
Si bien no se avanzó a nivel federal, los argentinos son los que menos conocimientos financieros tienen en la región.
La idea de enseñar a un niño o adolescente las bondades del Mercado y cómo poder maximizar sus ingresos es algo que en el primer mundo es una asignatura más en sus establecimientos educativos.
Argentina y América Latina, en general, son de las regiones que menos actividad bursátil o inversión posee con el resto del mundo. No por desinterés sino por ignorancia y mala (e injusta) reputación.
La Educación Financiera podría ser la mejor política de Estado (a mediano o largo plazo) si se aspira acabar con el hambre, la pobreza o la marginalidad.
Enseñar (“señalar hacia”) cómo administrar o mejorar los ingresos sería un paso importante para apostar a que los individuos (independiente de su clase o condición social) puedan aspirar a una movilidad social.
Entender y comprender está al alcance de todos. De la noche a la mañana sólo se da si tienes suerte en la lotería o con una herencia inesperada.