[Opinión] El fenómeno Milei, entre la provocación, el enojo y la soledad del poder

Escribe: Cristina Pablos

Milei arremetió contra todos con su discurso en la ONU, quedándose más solo que el llanero solitario.

Con un discurso bastante disruptivo y provocativo, fiel a su estilo, marcó un quiebre en la ONU, quedándose solo frente al mundo.

No se trata de eliminar los organismos existentes sino de hacerlos más efectivos. Después de su discurso los bonos argentinos cayeron.

Fue innecesario el asado que ofreció a los 87 legisladores que apoyaron su veto a las jubilaciones. También me parece innecesario el uso del balcón de la Casa Rosada para la farándula, primero fue Fátima Florez y luego Susana Giménez, por más queridas que sean por el público.

Y justo el día en que se conocía el 52,9% de pobreza y el 66% de niños hasta 16 años que comen salteado.

 Tenemos una pobreza récord en 20 años, récord desde la crisis del 2001. Ya sabemos que, de haber ganado Massa, la pobreza hoy sería de más del 80%.

“La gente que antes venía a colaborar ahora viene a pedir un plato de comida” -palabras de Margarita Barrientos. Crecieron en más de 5 millones los pobres en los últimos 6 meses; el único país de América Latina (con democracia) en el que no bajó la pobreza.

Sabemos que esto no es culpa del gobierno actual, sino del anterior que logró que trabajadores formales sean pobres

Sobre el acto de lanzamiento de su partido LLA, en Parque Lezama, ante una muy nutrida multitud, se le conoció la voz a “El Jefe” Karina Milei, con la ausencia de la vice Villaruel.

Se escuchaban bombos al mejor estilo acto K. Con un tono muy agresivo, para mi gusto, comenzó como un candidato en campaña. Hizo alusión al logro del déficit cero, elogiando a Toto Caputo, también lo hizo con Petovello, Bullrich, Petri y Macri.

Agradecido es.

Insistió irónicamente con eso del “fenómeno barrial”. Desparramó resentimiento para casi todos: a los periodistas los trató de ensobrados y cobardes, la Justicia dice que no lo sigue, atacó a los empresarios prebendarios y a la casta sindical.

Insiste que las que ganaron en 2023 fueron “las fuerzas del cielo” y citó varios pasajes bíblicos. Sobre lo positivo de su gestión, casi al final, tiene razón: terminó (no del todo) con los ñoquis de La Cámpora, echó (“¡Afuera!”) a organismos parásitos del gobierno anterior.

En todo lo que anunció como logros tiene razón… Lástima que eso no se traslade al poder adquisitivo de las personas, a quienes las esperanzas se les están diluyendo. Llamó encuestadores ensobrados a los que muestran una caída del 7% en su imagen positiva.

Se mostró enojado en vez de estar contento por la creación de su partido. Pero… es Milei.

¿Deberemos acostumbrarnos a su mal carácter?

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