[Opinión] Gobernantes versus trabajadores: Cómo algunos funcionarios gestionan en su contra

En estos últimos once meses, diera la sensación de que el gobierno nacional, algunos provinciales y municipales, gestionan en contra de los trabajadores.

Escribe: Abogado Carlos Emanuel Cafure

Impulsaron y se aprobaron vergonzosamente en un Congreso Nacional funcional, una reforma laboral absolutamente regresiva e inconstitucional.

Reinstalaron nuevamente el impuesto a las ganancias. Recordemos que siendo Diputado el actual Presidente, votó por su eliminación.

Licuaron el salario con la mega devaluación de Diciembre de 2023 y la inflación existente.

Vienen habiendo innumerables despidos masivos en el Estado.

A los trabajadores estatales se los ha venido estigmatizando con operadores del gobierno, que, en ciertas oportunidades, han manifestado que “sobran trabajadores en el Estado”, que “hay muchos ñoquis”, que “son vagos”, entre otras frases no solo desafortunadas, sino que fundamentalmente discriminatorias.

Bajo la nefasta desregulación de todo, por ejemplo: están promoviendo en contra de los derechos e intereses de los propios trabajadores locales del taxi y remis, en Concejos Deliberantes y desde Municipios también, a las Apps extranjeras de transporte, que son el certificado de defunción del taxi y del remis, aparte de las innumerables irregularidades que tienen en el país y en todo el mundo.

En el sector privado, han despedido a miles de trabajadores.

Permitieron incrementos impagables en las tarifas (gas, electricidad).

Destruyeron prácticamente el mercado interno (producto de las negativas políticas económicas del gobierno nacional, que solo apuntan a ajustar el bolsillo del pueblo argentino), por la marcada pérdida del poder adquisitivo.

La gran mayoría de las paritarias, quedaron por debajo de una elevadísima inflación y de la gran devaluación de la moneda nacional, entre otras causas.

Desde su inicio, el gobierno nacional (apoyado por gobernantes de otros signos partidarios), apuntan a la eliminación de derechos y conquistas de los trabajadores, que costaron en muchos casos la vida de dirigentes sindicales y de trabajadores.

Es realmente repudiable ver que dirigentes políticos del ámbito nacional, como provinciales y municipales, vayan en contra de los trabajadores, como si quienes generan la riqueza en el país, fueran el enemigo número uno a vencer.

En las elecciones, todos les piden el voto al trabajador.

Pero una vez en el poder, solo van en contra de ellos con sus medidas de gobierno nacional, provincial y municipal.

Esto se soluciona, no votando a estos dirigentes nunca más.

Un gobernante que procede así con los trabajadores, evidentemente no es peronista, pero si lo fuera formalmente debería comenzar por descolgar de sus oficinas los cuadros de Perón y Evita, pues estaría yendo en contra de la propia doctrina justicialista con su obrar.

En Argentina hay muchos peronistas de pico solamente, pero su accionar es propio de los libertarios.

Un punto aparte es la actitud de los sindicatos.

Todos, esperan que las conducciones de las organizaciones gremiales, defiendan a capa y espada, los intereses de sus afiliados.

Estos, no deben permitir que se aplique ninguna forma de reforma laboral ni de derecho, ni de hecho sobre sus afiliados.

Deben luchar por salarios y condiciones de trabajo dignas para ellos, sin escatimar esfuerzo alguno.

Un sindicato que permite el avance de la flexibilización laboral en su actividad por parte de la patronal, es una organización gremial cómplice de lo que se haga con sus representados, y no merecen estar nunca más conduciendo el gremio en esos casos.

Por el bien de toda la clase trabajadora, se debería convocar con carácter de urgencia a un CONFEDERAL para elegir una nueva conducción de la C.G.T.

Lamentablemente, los trabajadores vienen atravesando años difíciles, por los incumplimientos de promesas de campaña electoral, por el permanente ataque y ajuste de sus bolsillos, por las políticas adversas y nefastas que se llevan en su contra.

La democracia brinda herramientas para ponerle límites a los gobiernos de turno cuando cometen excesos.

Uno de ellos es el juicio por político (por ejemplo, por la causal de mal desempeño). Ningún pueblo, tiene que aceptar gobernantes que hagan a su antojo lo que quieran, con el presente y el futuro de las personas.

En época electoral, no se debe cometer tampoco el error de apoyar con el voto, a quienes desde el poder ya han demostrado, ser verdugos de la clase trabajadora argentina.

(*) Asesor legal del Sindicato de Peones de Taxi de Córdoba

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