[Opinión] “Necesitamos recuperar un sindicalismo combativo e independiente”

Hace años, nuestro país viene siendo gobernado por dirigentes políticos marcadamente anti obreros a nivel nacional, pero también en las provincias y los municipios.

Escribe: Carlos Cafure (Abogado)

Todos ellos han tomado medidas gubernamentales (incluyendo Decretos) y también legislativas (Leyes), que han sido en desmedro de los trabajadores (y también de los jubilados), buscando quitar derechos laborales históricos.

En ciertos casos, son los mismos políticos cipayos anti Patria, que promueven intereses extranjeros, por encima de los intereses nacionales en el plano laboral.

Esto ocurre en forma impune, por la falta de una dirigencia sindical mayoritaria, que sea realmente combativa y sobre todo independiente de la política partidaria.

Hay demasiadas conducciones sindicales, colmadas de pseudo sindicalistas tibios. Ni hablar de auto percibidos dirigentes opositores, que demuestran ser más oficialistas que el propio oficialismo, que en época electoral denostan desde lo discursivo, pero que en gestión son los más funcionales a ellos.

Conducciones sindicales con una evidente dependencia política partidaria, que viven sacándose fotitos con unos o con otros, casi como modelos de pasarelas. Pero no tienen fotos, con las trabajadoras y trabajadores que dicen representar.

Conducciones sindicales condicionadas judicialmente, que, en vez de dar un paso al costado, condicionan a todo un gremio por temas que deben resolver con la justicia (hasta tanto sean declarados culpables o inocentes por un Juez).

Esto viene siendo el caldo de cultivo para la entrega de las trabajadoras y trabajadores, en manos políticas con modelos anti obreros, que avanzan y avanzan sin quien los frene, sobre quienes generan la riqueza en este país.

Hablamos por ejemplo de: Ajuste salarial, paritarias a la baja, eliminación de derechos laborales y de derechos convencionales, pérdidas de innumerables puestos de trabajos, aumento de tercerizaciones, vaciamiento de trabajadores y proliferación de figuras propias de modelos de flexibilización laboral (contratados y pasantes), ajuste jubilatorio, leyes de recortes en los haberes de los jubilados, eliminación de beneficios y programas sociales, privatizaciones, entre otras cosas más.

Hoy, tenemos una CGT nacional (también sus seccionales provinciales), y sindicatos, que funcionan como estructuras con cáscara, pero vacías de contenidos.

Hoy, tenemos una CGT nacional (también sus seccionales provinciales), y sindicatos, que funcionan como estructuras con cáscara, pero vacías de contenidos. Hay personas que ocupan cargos y sin gestión a la vista. Gente que no sabemos para que están allí calentando sillas.

Esta es la crítica realidad que atraviesan trabajadoras y trabajadores en la Argentina, con dirigentes sindicales también en edad jubilatoria y que, en vez de ir a cuidar a sus nietos, siguen siendo los principales obstáculos para que los cuadros emergentes lleven adelante la transición que hoy necesita el sindicalismo argentino, con sub 45 que se pongan a la cabeza.

La realidad local, provincial y nacional, demanda con urgencia, el surgimiento de nuevas conducciones gremiales combativas, con alto nivel de gestión, con personas calificadas para los cargos que ocupan, y tener independencia política, para que cuando haya que implementar planes de luchas definidos por toda la base (y no exclusivamente por conducciones o comisiones que demuestran no servir para nada), se logren los resultados trazados.

El norte a seguir, lo marcaron líderes gremiales de talla de Agustín Tosco, Atilio López, René Salamanca, Saúl Ubaldini, entre otros.

Por estos días, quedan aún excelentes conductores gremiales como por ejemplo: Palazzo (bancarios), Yofra (Aceiteros), Moyano (camioneros), entre otros.

(*) Integrante de la Agrupación 29 de Mayo del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba

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