[Suena Rock] El Ángel de la Bicicleta

“Aquí solo hay pibes comiendo”

Escribe: Leo Muñoz

Diciembre de 2001

La aguda crisis que terminó con la presidencia de Fernando de la Rúa sacudió profundamente la República Argentina; en dos semanas se sucedieron cinco presidentes, los saqueos y violencia callejera dejaron un terrible saldo de 39 muertos.

Declarado el estado de sitio la noche del 19 de diciembre, decenas de miles de personas salieron a la calle, el resultado de la represión ordenada fueron las víctimas fatales.

“Pocho” Lepratti

Auxiliar de cocina en una escuela de una barriada humilde al sudoeste de Rosario, el 19 de diciembre se encontraba en ese lugar, llegaron policías de Arroyo Seco que comenzaron a disparar en el fondo de la escuela.

Lepratti subió al techo para gritar a los policías “¡Bajen las armas, hijos de puta, no tiren que hay pibes comiendo!”, un balazo de un agente impactó en su tráquea provocándole la muerte inmediata. Posteriormente el policía procesado fue condenado a 14 años de prisión.

El Ángel de la Bicicleta

Recordado por su compromiso social y activa participación en organizaciones de base, recorría distintos lugares de Rosario en su bicicleta, como decían, una hormiga trabajadora y solidaria.

Luis Gurevich compuso la canción que lo homenajea, la interpretó León Gieco, aportando la base de cumbia villera “Los Pibes Chorros”, presentada en el disco “Por favor, perdón y gracias”. Otra agrupación que la grabó fue “Attaque 77” en “¡Gieco Querido! Cantando al león”.

“El Ángel de la Bicicleta” (Luis Gurevich)

Cambiamos ojos
Por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos

Sacamos cuerpo
Pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja

Por las esquinas del barrio
Por calles
Por las paredes de baños
Y cárceles
Bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo

Cambiamos fe
Por lágrimas
¿Con qué libro se educó esta bestia
Con saña y sin alma?

Dejamos ir
A un ángel
Y nos queda esta mierda
Que nos mata sin importarle

De dónde venimos, qué hacemos
Qué pensamos
Si somos obreros, curas
O médicos
Bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo

Cambiamos buenas
Por malas
Y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata

Felicidad
Por llanto
Ni la vida ni la muerte se rinden
Con sus cunas y sus cruces

Voy a cubrir tu lucha más que con flores
Voy a cuidar de tu bondad más que con plegarias
Bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo

Cambiamos ojos
Por cielo
Tus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos

Sacamos cuerpo
Pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja

Por las esquinas del barrio
Por calles
Por las paredes de baños
Y cárceles
Bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo

Lailalala
Lailala
Lailalalalalalalalalala

Lailalala
Lailala
Lailalalalalalalalalala

Por las esquinas del barrio
Por calles
Por las paredes de baños
Y cárceles
Bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo

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