Viejo dique San Roque: Una obra polémica, con sus constructores presos, pero reconocida por el creador de la Torre Eiffel (VIDEO)

La emblemática construcción de Carlos Cassaffousth y Juan Bialet Massé fue inaugurada en 1888, descrita entonces por Gustave Eiffel como una de las obras más importantes del mundo junto con su torre en París. Su creación no estuvo exenta de polémicas y controversias.

Entre los años 1887 y 1888, el ingeniero Carlos Cassaffousth y el contratista Juan Bialet Massé construyeron lo que en la actualidad se conoce como el viejo dique San Roque. En su momento, fue considerada una de las obras de infraestructura hidráulica más relevantes del mundo.

Una proeza que estuvo atravesada por la controversia y el reconocimiento internacional, y que el tiempo logró poner en valor pese a las adversidades.

Tal fue su impacto, que en aquella oportunidad cosechó elogios por parte de Gustave Eiffel, creador de la icónica estructura parisina: “Mi torre y el dique San Roque son las obras más importantes del mundo en este momento, pero mi torre no es productiva y el dique sí”, dijo por entonces.

El viejo San Roque generó admiración en el mundo por sus características técnicas y posibilidades productivas: podía albergar 250 millones de m³ de agua y contaba con un murallón de 115 metros de longitud y 37 de altura.

Fue en 1888 cuando comenzó a acumular agua para abastecer a la región. No obstante, para el período estival de 1891-1892 no había alcanzado un volumen significativo, lo que habría evidenciado deficiencias en su funcionalidad.

Investigaciones posteriores determinaron que la principal causa de este problema radicaba en los residuos de materiales provenientes de la construcción del ferrocarril hacia Cosquín, que habían obstruido la entrada del agua al embalse.

Frente a esta problemática, en mayo de 1892, el gobernador de Córdoba, Manuel Pizarro, solicitó a la Legislatura provincial la asignación de fondos para llevar a cabo intervenciones que garanticen la operatividad del dique. Si bien las deficiencias detectadas no representaban un riesgo inminente de colapso, su corrección resultaba necesaria.

Además, en un intento por esclarecer la situación, el gobernador recurrió al presidente Carlos Pellegrini, quien designó al ingeniero Federico Stavelius, vicepresidente del Departamento de Ingenieros de la Nación, para efectuar una evaluación técnica.

Cuestionamientos sobre la construcción

El informe presentado posteriormente por Stavelius contenía observaciones donde se detallaban fisuras y filtraciones en el dique.

Como solución, recomendaron la construcción de un muro adicional de ladrillos aguas arriba de la estructura existente, con el uso de cemento portland de origen inglés, además del relleno de la brecha entre ambos muros con el mismo material.

Argumentaron que únicamente con la incorporación de este cemento importado podría corregirse la decisión inicial de haber utilizado cal cordobesa en la obra. Sostenían que el material local no era el adecuado para este tipo de obras, pese a que más tarde fue destacado por su altísima calidad por ingenieros extranjeros.

Sin embargo, las dudas acerca del dique se esparcieron y desde entonces circularon rumores sobre la posibilidad de que colapsara.

Por qué Bialet Massé y Cassaffousth fueron apresados

El gobernador Pizarro, el 12 de septiembre de 1892, solicitó el procesamiento tanto de Bialet Massé como de Cassaffousth, bajo la acusación de defraudación en la calidad y el precio de los materiales utilizados en la construcción del dique. Ambos ingenieros fueron encarcelados hasta el 10 de noviembre de 1893.

Una vez realizados sus correspondientes descargos, el Gobierno contrata a Bialet Massé para llevar a cabo obras de reparación.

Así, el empresario eleva un informe en 1906 sobre las condiciones del dique, en el que destaca: “El estado de alarma en que se ha puesto a la población de esta ciudad, infundiéndole temores de una ruptura imposible del dique de San Roque, me hizo dar dos conferencias en la Biblioteca de la Universidad, demostrando el ningún fundamento de esas alarmas”.

“Se encontrarán pequeños desperfectos locales, que son consecuencia lógica y necesaria de su construcción y de la rapidez con que fue hecho, defectos que he tratado siempre que se pongan en evidencia, para que se remedien, porque tengo el interés supremo de su perfección”, completó.

Aún hoy el viejo dique San Roque se encuentra en pie y es visitado por cordobeses y turistas. Una prueba incuestionable del trabajo que Bialet Massé y Cassaffousth llevaron adelante, ambos reconocidos en la actualidad y hasta reivindicados por la Legislatura de Córdoba.

Fuente: Gobierno de Córdoba y Archivo Histórico Provincial

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