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[El Deschave] Estados Unidos, ¿será el nuevo socio de Massa? ¿Por qué? (Segunda Parte)
Escribe: Miguel Andreis
A medida que nos acercamos a la fecha del 19 de noviembre se percibe un mayor enturbiamiento de las aguas económicas, sociales y políticas. Se ignora el futuro del dólar, que fija las pautas transaccionales en Argentina desde hace decenios.
Las “grietas” se multiplican tanto como la desesperanza y la incertidumbre. Aquello que cimentó alguna vez el gran escritor Jorge Luis Borges sobre que: “La esperanza nunca es vana”, en política a dicha máxima la matan los números de la realidad.
En este estadío de vacilaciones y perplejidades todo parecería indicar que tendremos dos actores principales: Javier Milei y Sergio Massa. Serán los únicos. Y aquí muy posiblemente salgan a escenas otros jugadores que por el momento espían detrás del cortinado.
No faltan los analistas que no descartan estar frente a un panorama extremadamente peligroso. Si bien, esta democracia “representativa” con la que nos someten, donde nos hacen creer que votando cada cuatro años lograremos revertir las ciénagas de corrupción e impunidad que nos atraviesa; donde queda en claro que la libertad de poderes es una utopía, será el escalón que anteceda a una “Autocracia”, parientes cercanas de las monarquías, definición que más de un candidato desea fervientemente encabezar.
Nadie quiere hablar de una “Democracia Participativa”, donde el ciudadano tiene otros derechos, como el de cambiar a quien eligió por ineptitud, o putrefacción, o alteración de los valores esenciales de la Constitución.
No habrá que descartar algunos movimientos ocultos por el momento, que se irán exponiendo con el correr del tiempo y que nos posesionará frente a un panorama altamente peligroso. De violencia inusitada y la sinrazón como el derecho de unas urnas negadas de transparencia…
Si el vencedor fuese Milei, situación posible pero poco factible, nada de lo prometido, más como consecuencia de la decepción social sobre quienes gobiernan que por la elaboración de un proyecto ciertamente aplicable, nada de lo dicho se podrá poner en marcha.
Ahora, si el conquistador del Sillón presidencial fuese Massa, el más exponencial derrochador de fondos públicos que salen del bolsillo de la ciudadanía, se deberá esperar nuevos frentes de tormenta.
Massa sabe perfectamente que CFK no le regalará el poder que, a fuerza de la burla a la democracia y acumulación de causas judiciales, de abrumadora corrupción y desarrollo de la pobreza, le permitieron más de dos décadas de autoridad dinamitando todas las potestades independientes. Es decir, a pura impunidad.
Logró lo que quería -de mínima tal vez-, que Kicilloff, su ahijado político, conquistara por segunda vez la Provincia más importante del país, pero además dejar pertrechado y listo para el 2027 al gobernador bonaerense, ya que no podrá repetir un nuevo mandato, listo para confrontar al máximo nivel. Massa no lo ignora, ya comenzó antes del puntapié inicial con sus estrategias.
Por su parte, Macri, quien padece también la enfermedad del poder, logró lo suyo, imponer a su primo Jorge como jefe de la ciudad autónoma de Buenos Aires. Massa no lo ignora y ya comenzó a jugar sus cartas más allá del Océano.
El tigrense tiene en claro un factor poco conocido por el momento que comenzará a asomar próximamente. Hoy, dicho aliado ni se lo nombra por estas geografías. No obstante, medios extranjeros dan cuenta que desde el Salón Oval y desde la misma Casa Blanca, con varios meses de anticipación, dejan entrever que el apoyo de Estados Unidos a Massa es un hecho ¿?
La pregunta es, cuál sería la razón. No se puede pensar desde lo estrictamente ideológico. En principio suena extraño de comprender. Quienes tienen letras que no nos llegan, afirman que estamos frente a un contexto histórico que nunca nos tocó vivir. Los elementos que ponen en juego son terminantes. Posibles.
EE. UU ha descuidado su patio posterior -es decir América Latina- desde hace años y, le crecieron los enanos. Situación que de ser subestimada se transformó en un serio problema para los “Gringos”.
Por un lado, la multiplicación de los conflictos en Medio Oriente. Se diversifican. La cobertura que le dan a Israel cada vez les costará mucho más dinero y hombres. Claro que con lado, Asia y África no les va mejor. Preocupa y mucho.
Quienes hunden sus tintas en estos acercamientos no revelados, advierten que tanto Rusia como China, tienen en nuestro continente fuertes aliados: Brasil con Lula; Venezuela con Maduro, Nicaragua; Bolivia, Colombia, Chile, Argentina en el medio y, algunos países más. Las bases militares de los chinos en el sur del país, sería uno de los primeros compromisos de Massa en levantarlas, pero, además, desconocer aquello que le ofrendó a Putín Alberto Fernández: “Le ofrecemos nuestro país para que ustedes la usen como puerta de entrada”.
La moneda de cambio, ellos lo dicen, sería la reprogramación de la deuda externa. EE. UU que por años tuvo sus propios hombres en los ministerios más importantes de Argentina, de pronto ya no se preocupó demasiado.
Tenían o tienen que elegir un candidato sin demasiados escrúpulos ni valores democráticos, o miradas nacionalistas, que se prestara, además, la necesidad de transformar a Argentina en el principal bastión contra los fundamentales enemigos de Estados Unidos en esta parte, casi, el fin del mundo…
Siempre hay tiempo para más contrincantes. Por el momento los Yankees guardan silencio sobre la candidatura de Massa. Qué bueno que sería que todo esto fuese parte de una ficción nada más.
El tiempo nos ubicará sobre que, si algo no se puede esconder, es simplemente la realidad…