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[Luis Luján presenta] Leyendas urbanas: El hombre de negro
Escribe: Prof. Luis Luján
Tras más de dos años transcurridos de la segunda década del primer siglo del tercer milenio, muchos espacios que han hecho historia en la ciudad de Villa María han ido desapareciendo por la transformación misma que lleva a esta ciudad hacia el progreso.
Muchos edificios, sin embargo, han logrado mantener su fachada gracias a la acción de algunos ciudadanos que lograron que, desde el Concejo Deliberante, se declarase edificios históricos, y eso les permitió tener continuidad en el transcurso del tiempo.
Otros inmuebles no corrieron con la misma suerte y fueron demolidos para dejar paso a construcciones más modernas. Tal fue así el viejo hogar de ancianos de la ciudad, casa muy antigua que se encontraba en una de las tantas avenidas embellecidas por sus verdes plazoletas.
Otros inmuebles no corrieron con la misma suerte y fueron demolidos para dejar paso a construcciones más modernas.
Quizás no muchos lo recuerden, pero sí refrescarán sus memorias cuando se mencione al edificio que lo reemplazó y que por muchos años funcionó allí una gran confitería bailable que reunía a cientos de jóvenes cada fin de semana, donde se solían realizar fiestas de egresados de instituciones escolares, o grandes fiestas privadas y desfiles de modelos.
Esta confitería, sin bien tuvo su apogeo entre 1990 hasta fin del milenio, poco a poco sus fans fueron siendo absorbidos por otros espacios de fin de semana que se abrían en la ciudad.

En la primera década del nuevo milenio la ciudad tuvo una gran expansión inmobiliaria y comenzaron a levantarse un sinnúmero de edificios horizontales. Para eso tuvieron que demoler cuantas viviendas fueron necesarias, y el local bailable no fue la excepción.
Algunos accidentes dejaron saldos lamentables entre los obreros de la construcción.
Y así Villa María poco a poco fue testigo de uno de los edificios más hermosos y modernos que se hayan elevado en la ciudad. Pero la historia de su construcción se vio apañado por algunos sucesos asombrosos. Algunos accidentes dejaron saldos lamentables entre los obreros de la construcción.
Eso es algo común a veces cuando se utiliza mucha mano de obra, pues, los accidentes suceden, y también los siniestros. Pero este edificio comenzó a ser nombrado en la comunidad por algunos acontecimientos extraños que sucedieron durante su construcción y que fueron transmitiéndose de boca en boca.
Cierta tarde un electricista que iba acompañado por su ayudante, un joven que estaba adquiriendo las primeras experiencias en el oficio, fueron detenidos en el ingreso a uno de los departamentos por dos sombras misteriosas de forma humanoides que se desplazaron por uno de los pasillos, cruzaron delante de sus humanidades y se disiparon entre los muros silenciosos del edificio en construcción.
Esto asustó sobremanera a los jóvenes que abandonaron el edificio muy asustados. Al día siguiente se dirigieron a comentarle esto al encargado de la obra y allí dieron el puntapié inicial a una serie de comentarios por parte de muchos otros empleados de la construcción quienes debieron soportar la presencia de esos entes fantasmales que deambulaban tranquilamente con sus sombras.
Estos hechos se comentaron en la sociedad villamariense, pero jamás fueron publicados, sino que corría su comentario de boca en boca. Después de inaugurarse el edificio jamás se volvió a tener novedades de las sombras misteriosas.
Muchos vecinos comenzaron a ser testigos de la presencia de un hombre con sombrero vestido de negro.
Pero alrededor del mes de marzo del año 2012, muchos vecinos comenzaron a ser testigos de la presencia de un hombre con sombrero vestido de negro que estaba permanentemente de pie en la esquina opuesta al ingreso al edificio. Siempre hacía su aparición a la tres de la mañana.
Como su presencia era algo extraña, y hasta parecía tener ciertas actitudes sospechosas, cuando pasaba algún patrullero de la policía por el lugar, se lo solía denunciar, pero cuando los efectivos policiales iban a interrogarlo, éste desaparecía súbitamente.
Algunos vecinos decidieron no transitar más de noche por esa esquina.
Algunos vecinos decidieron no transitar más de noche por esa esquina. Otros, sin embargo, ante la insistencia de los relatos de sus vecinos, se levantaban a esas altas horas de la noche para ser testigos de la aparición del hombre de negro, y al día siguiente aportaban sus versiones, algunas dispares.
Jamás supieron quién era el hombre misterioso, y muchos asociaron a su aparición con los espectros que solían aparecer durante la construcción del edificio. Actualmente, los comentarios siguen de boca en boca y parece ser que el fantasma de esa esquina se quedó para siempre.
Según ilustran los vecinos más antiguos de las manzanas lindantes a esa cuadra, dicen que cuando derrumbaron el viejo edificio del hogar de ancianos que había allí hace muchos años, como medio siglo atrás, debajo de sus escombros removieron algunos restos óseos, posiblemente pertenecientes a algunos ancianos que fueron sepultados allí.
Nadie puede confirmar esto, pero, como dice el dicho, cuando el río truena, agua trae.
