[Opinión] Defendamos nuestro derecho a la movilidad social ascendente

Desde hace años, la inmensa mayoría de los argentinos se ven impedidos frente a la inexistencia de políticas estatales, de acceder a su derecho a la movilidad social ascendente.

Escribe: Abogado Carlos Cafure

En materia laboral existen sobrados casos. Un ejemplo de ellos, es el de los peones de taxis o el de los choferes de remises.

Tanto hombres, como mujeres que trabajan en esta sacrificada actividad durante ocho (8) horas por día (como mínimo), brindan un servicio de transporte público de calidad a sus pasajeros.

Muchos de ellos, para intentar llegar a cubrir sus necesidades básicas mensuales, deben trabajar horas extras (con el desgaste físico que conlleva esta actividad, para quienes la desempeñan). En promedio, trabajan diariamente doce (12) horas.

Desde el propio Estado se debería garantizar que en los sorteos de licencias de auto taxi y remis, 100% del cupo sea para los choferes de estas ramas.

En el supuesto de no resolver esto, como mínimo, la mayoría de las licencias de auto taxi tendría que ser destinada a estos trabajadores y trabajadoras, considerando para ello principalmente la antigüedad y la idoneidad.

Los peones de taxis y choferes de remis (hombres y mujeres), tienen derecho a que se garantice su movilidad social ascendente para que, luego de determinados años como choferes, puedan mediante los sorteos de licencias de auto taxi, ser titulares de ellas y mejorar por lo tanto su situación económica familiar y personal.

Recordemos que un número considerable de ellos hoy tiene ingresos por debajo de la línea de la pobreza, lo que es inaceptable.

En descenso

Por estos días, increíblemente, parece que se trabajara para llevar la clase trabajadora hacia una movilidad social descendente. Te quieren pobre, sin libertades y prácticamente esclavo.

Un claro ejemplo, ello es decisión del actual Gobierno nacional en avanzar en una reforma laboral regresiva (y claramente inconstitucional), que apunta a la pérdida total de derechos y conquistas históricas -podemos advertir que en muchos casos se pretende modificar o rediscutir a la baja convenios colectivos en distintas actividades-, y a establecer un modelo de esclavitud moderna del siglo XXI (lo que desde ya no podemos permitir y hay que resistirlo).

Lo que pretende el gobierno anti Patria y anti trabajador del presidente Milei, es ir en contra de todo el marco legal (laboral) vigente en nuestro país, principalmente en contra de la propia Constitución Nacional.

El rol de los sindicatos es clave, y como primer paso debemos recuperar la C.G.T. y poner un único conductor que realmente nos represente. Para ello debe renunciar todo el actual Consejo Directivo, que ha demostrado ser mediocre y funcional al ajuste de jubilados y trabajadores, por parte del gobierno nacional actual.

En materia habitacional, tenemos el ejemplo de los inquilinos.

Hace unos meses escuché una frase que describe con absoluta claridad la situación que atraviesan millones de argentinos: “Los trabajadores son la fábrica de inquilinos…”.

Lamentablemente, han pasado gobiernos de distinto signo político, pero ninguno de ellos ha llevado adelante un ambicioso proyecto de viviendas populares para la ciudadanía. El actual, restringió al máximo la obra pública, a través de la cual se podría estar haciendo mucho desde el Estado en esta problemática.

Sólo hubo algunos programas aislados y muy limitados en el pasado, en algunos casos.

La inmensa mayoría de quienes alquilan pretende, en algún momento de su vida, dejar de ser inquilino para pasar a ser propietario.

Para ello, deben ofrecerse condiciones accesibles para el ciudadano común, con el fin de poder alcanzar el sueño de la casa propia.

Ante la falta de políticas relacionada con la construcción de viviendas por parte del Estado, quienes pueden terminan accediendo a planes de cooperativas o continúan en su condición de inquilinos, con la esperanza de que alguna vez la clase política se acuerde de ellos.

No ir para atrás

Quienes gobiernan en nuestro país deben mejorar la calidad de vida del pueblo, en definitiva, para eso ocupan cargos de representación del pueblo.

Frente a violaciones de derechos garantizados en leyes provinciales, en la Constitución de la Provincia de Córdoba, en leyes nacionales, en la Constitución Nacional y en tratados internacionales, todo ciudadano tiene derecho a recurrir ante la justicia.

“La palabra derecho, proviene del término latino directum, que significa ‘lo que está conforme a la regla’”.

El derecho se inspira en postulados de justicia y constituye el orden normativo e institucional que regula la conducta humana en sociedad.

La base del derecho son las relaciones sociales, las cuales determinan su contenido y carácter.

Dicho de otra forma, el derecho “es un conjunto de normas que permiten resolver los conflictos en el seno de una sociedad…”.

Como sociedad, no tenemos que resignarnos a que vengan gobernantes, a destruir nuestro derecho a la movilidad social ascendente.

En casos, como el del actual gobierno nacional (que aún es acompañado por gobiernos provinciales), que insiste todo el tiempo en promover una movilidad social descendente (aumentando el número de pobres), será hora de que Dios, la Patria y el pueblo argentino se lo demande de manera contundente.

¡Hay que decir basta!

No hay que resignar ni un solo derecho.

No hay que resignar ni una sola conquista.

Siempre adelante.

Jamás hacia atrás.

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