[Carta de un papá para su hijo] Los superhéroes sí existen…

Escribe: Germán Giacchero

Hijo, los superhéroes existen.

Existen, sí, pero no como vos pensás.

No usan capa, ni se ponen máscaras.

No tienen poderes especiales ni son indestructibles.

No viajan en autos veloces o naves espectaculares.

No hacen siempre lo que se les antoja.

Y no son de otro planeta, aunque a veces lo parezcan.

Algún día vas a entender que es así.

Que son mucho más humanos y sensibles de lo que parecen.

Que son menos valientes y más temerosos de lo que imaginás.

Que no tienen tantos músculos, pero sí mucha imaginación.

Que los golpes les duelen y a veces suelen ser sus propios villanos.

Que ríen, pero también lloran mucho.

A escondidas casi siempre,

porque este mundo triste nos exige sonrisas

pero no nos perdona la felicidad.

Y pagamos un alto precio por ella,

porque nunca alcanza o porque nunca llega.

Los superhéroes, aunque no lo creas,

se parecen mucho más a vos,

a mamá y a papá, a tus abuelos, al padrino Lucas, a la tía Vale,

a la seño del jardín, a la «Maia», al vecino José o a cualquiera de tus amiguitos.

Mucho más que al Hombre Araña, Batman, Súper Topa

y a todos los que viven en la tele o las pelis,

combaten el mal de mentirita

y se venden caro al mejor postor en el teatro y las jugueterías.

Los superhéroes de los que te hablo

tienen sueños y a veces duermen con los ojos abiertos.

Lanzan mentiras piadosas para que la realidad duela menos.

Se hacen pis encima, tiemblan, dudan

se enamoran, se desilusionan, insultan.

Sí, dicen malas palabras

Como esas que te pedimos que no digas tanto.

Pero, que a veces son tan necesarias.

Estos superhéroes no son como los que vos conocés,

aunque a veces quisieran serlo.

Para matar el tiempo.

Para volver el tiempo atrás.

Para que todo pase más rápido y lastime menos.

Para que sus hijos, familiares y amigos no sufran.

O porque ya es demasiado tarde para arrepentirse.

O porque es demasiado pronto para algunas cosas.

Vos no lo sabés todavía, pero ya lo vas a entender.

Porque, aunque te digan que no existen,

te van a exigir que seas como uno de ellos.

El éxito no se perdona, la derrota tampoco.

Pero no te rindas.

Aunque te empeñes en ello o te impongan el deseo.

Y aunque te aseguren que los superhéroes no existen

y no existirán jamás,

no les creas.

Ellos se parecen mucho más a nosotros de lo que vos pensás.

Ser un superhéroe hoy,

es lo más parecido a ser mejor ser humano cada día.

Hijo, los superhéroes existen.

Pero no todos son como vos pensás.

Ahora, dale, jugá, jugá a que sos uno de ellos.

Nunca dejes de jugar.

Y mucho menos, se te ocurra dejar de soñar.

Te amo.

Papá Ger

Nota de la Redacción: Este texto fue escrito algunos años atrás, pero goza de plena vigencia. Es la primera vez que se publica.

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