[Opinión] CFK: Show y bullying en el CCK

“El poder no cambia a la gente, la muestra tal cual es”.

Escribe: Cristina Pablos

La semana pasada terminó como una novela con final abierto. Después del vergonzoso show militante de la Vice en el CCK, en la apertura de la EuroLat, no sé qué otra idea más desquiciada puede pedírsele a la perversa de CFK.

En un discurso totalmente fuera de lugar para ese ámbito, con su claque partidaria y su canto “Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación” y que ella disfrutaba, nos avergonzó a todos los argentinos (obvio, los no K) y decepcionó a los parlamentarios visitantes, quienes manifestaron su repudio ante tan bochornoso espectáculo.

Lo máximo fue el bullying al títere que ella misma eligió para presidente. Tal vez porque la banda y el bastón no signifiquen poder por eso no se los traspasó a Macri.

CFK quiere demostrar que el gobierno le es cada vez más ajeno. Como dijo el Canciller Cafiero (la única vez que dice algo coherente) “el que no esté de acuerdo con el rumbo del gobierno que se vaya”, “el presidente es el único imprescindible”.

Claro, tiene razón si no fuera porque el presidente está cada vez más en las nubes de Úbeda (y ahora cambiando pañales).

El Club Político Argentino, integrado por intelectuales no afines al gobierno, muestra una profunda preocupación por los graves ataques a las instituciones y a la división republicana de los poderes, surgidos del lapidario discurso de CFK ante la EuroLat.

Militantes kirchneristas amenazaron de muerte al Dr. Rosatti, presidente de la Corte Suprema. Tanto Massa como CFK están ingresando en un conflicto de poderes, con la manipulación que quieren llevar a cabo en el Congreso.

La obsesión de la vice por reformar la Justicia que la investiga no tiene límites. Nadie sabe cómo terminará esta novela. Por lo pronto, CFK no dejará el 71% de las Cajas que maneja del Presupuesto Nacional. O cómo afrontará el gobierno la deuda de 8.500 millones de dólares con Repsol después que, durante el gobierno de CFK, se le compraran el 51% de las acciones para YPF.

Vivir cada día se ha transformado en una aventura, con una inflación creciente que no se sabe si se llegará a fin de mes con el sueldo.

Yo me pregunto: ¿Dónde quedaron las marchas autoconvocadas por las redes, los cacerolazos, los banderazos a lo largo y ancho del país?

¿Estamos, todos los ciudadanos, tan angustiados, tanto agobio y tanta tristeza nos inunda como para no hacer oír nuestras voces?

Un general dijo: “No hay peor batalla que la que no se libra”. O esperaremos a que todo caiga por su propio peso…

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