[Memoria, Verdad y Justicia] Quiénes fueron los desaparecidos y víctimas de la dictadura en Villa María

El Reloj de Sol es un símbolo, pero mantiene ardiente la memoria de los nombres de las personas que fueron víctimas del terrorismo de estado instaurado por la dictadura cívico militar el 24 de marzo de 1976.

Solo fueron siete piedras en principio para recordar los nombres de los hombres y mujeres desaparecidos en Villa María. Pero, luego fueron conociéndose más nombres.

Hasta 1993, cuando se inauguró el monumento del Reloj de Sol en la costanera villamariense se tenía registro de siete desaparecidos. En los días siguientes, familiares de personas a las que se llevaron y jamás volvieron se animaron a hablar lo que no se habían atrevido a contar antes.

En 2017, se incluyó la colocación de 19 mosaicos llamadas “baldosas de Memoria” con los nombres de las víctimas que en su momento no se registraron en las rocas que forman el conjunto.

En 2022, familiares de esas personas recibieron los legajos que reconstruyen la memoria y constituyen el núcleo del patrimonio documental que resguarda el Archivo Nacional de la Memoria.

Nombres propios

Las víctimas de la dictadura en nuestra ciudad fueron: Aldo Apfelbaum, Miguel Ángel Arias, María Marta Badano, José Brizuela, Ester Felipe, Noemí Francisetti, Elda Francisetti, Alberto Garbiglia, Marta Ledesma, Juan Ledesma, Susana Libedinsky, Luis Mónaco, Víctor Paciaroni Paccer, Eduardo Requena, Teodoro Rüedi, José Oreste Sorzana, María del Carmen Sosa, Eduardo Valverde y María Elena Viola.

A continuación, repasamos algunos datos de la vida de cada uno de ellos, según lo publicado en el libro de Omar Toscano, «Un cacho de memoria», entre otras fuentes consultadas.

Eduardo Requena

El “Gallego” Requena fue secuestrado en Córdoba el 23 de julio de 1976. Ese día, el docente de Historia y Geografía, egresado del Instituto Bernardino Rivadavia, había hecho una pausa a eso de las cuatro de la tarde para tomar un café en el bar Miracles, de la capital provincial.

Los testimonios que dieron los sobrevivientes del terror, dieron cuenta del crudo «interrogatorio» (eufemismo para hablar de las torturas) que padeció durante casi un mes.

Las declaraciones posteriores a su detención permitieron conocer que estuvo preso en el centro clandestino de La Perla y que fue «trasladado» (otro eufemismo usado en la época para dar cuenta de la desaparición de las personas), en agosto del mismo año.

No se supo más de él.

Requena en el Instituto Rivadavia.

Requena nació en Villa María, el 15 de noviembre de 1938. Fue hijo de Guillerma Alonso y Pedro Requena.

Cursó la primaria en los Trinitarios y el secundario, en el Rivadavia. Las habilidades para el fútbol lo llevaron a participar en el club River, donde jugó en la primera división.

Antonio Sobral lo sumó al equipo de docentes y trabajadores de la escuela que dirigía como preceptor, cuando todavía era estudiante del profesorado.

Como docente, participó activamente en la Unión de Educadores de la Provincia (UEPC) y también impulsó un sindicato que nucleara a los trabajadores de la educación del sector privado, el Seppac.

Eduardo Requena fue un hombre con ideales, un joven comprometido. La dictadura lo arrancó de su tierra, su familia y su vocación.

 Teodoro Rüedi

 Rüedi fue un villamariense que dejó su impronta en la ciudad.

El 23 de agosto de 1978 murió en un enfrentamiento con los militares. Ningún medio informó de la noticia, por lo que los familiares debieron hacer un periplo para confirmar el deceso y recuperar el cuerpo que está enterrado en el cementerio local.

«Va a caer en mis manos», le había dicho meses antes del crimen, el entonces director de la Fábrica Militar, teniente Martínez, a la esposa de Rüedi, que se había entrevistado para pedir por su marido.

Al conocer esa sentencia, supo que debía pasar a la clandestinidad.



Teodoro nació el 4 de febrero de 1939 pero fue registrado dos años después. Se crió en la casa donde se imprimía El Heraldo, un periódico local.

Las vueltas de la vida lo llevaron a vivir de niño en la cárcel del barrio Belgrano, porque su abuelo había sido nombrado director del establecimiento penitenciario.

La escuela primaria la comenzó en el José Ingenieros y la concluyó en el Agustín Álvarez como abanderado.

Al terminar el secundario, en el Colegio Nacional, tuvo un gesto que lo ennoblece y habla de los ideales y hombría de bien de Rüedi.  Por su promedio, había sido merecedor de una Medalla de Oro, pero la resignó para entregársela a un compañero, porque lo creía más meritorio.

El director, consciente de la nobleza, instituyó un nuevo reconocimiento: el del honor.

Con su título se fue a Córdoba a estudiar arquitectura. Allí conoce a su mujer en la puerta de un departamento. No se separaron más, hasta que tuvo que pasar a la clandestinidad.

Susana Libedinsky

Susana Beatriz Libedinsky nació en Tigre, Buenos Aires, el 8 de febrero de 1958.Su padre Roberto fue un odontólogo villamariense y antes de que naciera Susana, se mudaron a Buenos Aires.

Ella pasaba temporadas de vacaciones con su familia de nuestra ciudad.

Roberto era un militante social y por eso era común que juntos fueran a las villas de emergencia a trabajar con los más pobres, ayudando no sólo económicamente, sino desde el concepto de promoción humana.

Susana estudió maestra jardinera y, además, era amante de las letras.

El 18 de mayo de 1976, fue detenida en su domicilio en Tigre.

Los testigos relataron el violento operativo tras el cual, se llevaron a Susana, dejando todo, especialmente libros, destruido.

Nunca más se supo más de ella.

María Elena Viola

“Marilene”, hija de José Viola y Nélida Torres, nació en Villa María, el primer día de febrero de 1951.

Fue alumna de la escuela Rivadavia y al terminar el secundario, partió hacia la capital provincial para estudiar agronomía en la Universidad Nacional de Córdoba. Fue militante del PRT – ERP.

Allí conoció al amor de su vida, Juan Konkurat, con quien tuvo tres hijos: José Marcos, Juan Pablo y Alfredo Francisco.

María Elena estudiaba, criaba sus hijos y reivindicaba las utopías de un mundo mejor.

Para los dictadores, esa vitalidad era subversiva.

Ya le habían allanado el departamento en el que vivía con su familia en 1976y por eso resolvieron trasladarse a Buenos Aires. Fue en esa ciudad donde la detuvieron, en un día de setiembre de 1977.

Allí comenzó el peregrinar de su esposo para pedir datos y conocer su paradero.

Como tantos miles de argentinos, presentó un recurso de Hábeas Corpus. El recurso le fue denegado, pero recién en 1981, cuando la peor etapa del infierno estaba terminando.

José Sorzana y María Marta Badano

José nació el 27 de junio de 1944 en Villa María. Fue secuestrado el 16 de febrero de 177 en Caseros, Buenos Aires. Tenía 32 años.

En Buenos Aires se casó con María Marta Badano, ambos de profesión ingenieros agrónomos.

Sorzana tuvo una hija, que fue criada con sus tíos en Villa María, ante la desaparición del matrimonio.

Por años no se supo nada de su historia ni de su vinculación con esta ciudad, dado que el procedimiento del que fue víctima se hizo en Buenos Aires y no era oriundo de Villa María.

María Marta fue secuestrada el 10 de octubre de 1977 en Quilmes, Buenos Aires. Continúa desaparecida.

La pequeña hija de Sorzana creció aquí, al amparo del cuidado amoroso de sus tíos, que la sumaron como una hija más.

Hoy, ya es una mujer. Sigue viviendo en Villa María y es un testimonio de la tragedia que se llevó a su padre en la juventud.

Eduardo Valverde

Eduardo Jorge “Tero” Valverde fue un activo militante desde su juventud. Estudiaba Abogacía y en ese carácter, fue delegado de la Federación Universitaria de Córdoba y de la Argentina.

Ya recibido, priorizó la defensa de los presos políticos.

Fue también secretario Técnico de la Gobernación desde 1973 a 1974, durante el período de Ricardo Obregón Cano.

Nació el 26 de octubre de 1939. En Córdoba, conoció a la villamariense María Elena Mercado, hija de Berta Rodeno de Mercado.

Se casaron y tuvieron dos hijos: Juan Facundo e Hipólito Atilio, quienes se criaron en esta ciudad ante la ausencia de su padre.

La historia de Valverde es particular. Los militares fueron a la casa y ante su ausencia, le dejaron indicado a la esposa que debía presentarse en la comisaría.

Como abogado, acude a la citación acompañado de dos defensores: Jorge Alberto Furke y José Lisandro González.

Fue el mismo 24 de marzo de 1976. Al llegar, los uniformados le dicen que al único que querían era a Valverde y allí comienza su calvario.

Quedó detenido y fue trasladado al centro de torturas de La Perla. Testimonios posteriores, dan cuenta de que fue asesinado el 27 de marzo de ese mismo año.

Luis Mónaco

Muchos periodistas engrosan la lista de desaparecidos.

Luis Mónaco, casado con la villamariense Ester Felipe, es uno de ellos.

Al igual que su mujer, fue secuestrado del departamento que habitaba en esta ciudad el 10 de enero de 1978.

Por años su familia lo buscó sin obtener noticias hasta que, finalmente, supieron por testimonios de personas cercanas, que fue fusilado 10 días después de su detención.

Mónaco trabajaba con su suegro en el Mercado de Abasto de esta ciudad, pero disfrutaba el «vicio» de escribir en periódicos locales.

Con los sueños intactos, el periodista fue asesinado cuando sólo tenía 23 años.

Su hija, es integrante de la agrupación HIJOS que lucha para que nunca más el país esté sembrado de muerte.

Ester Felipe

Nació el 25 de marzo de 1950 en Las Varillas, aunque residió desde pequeña con su familia en Villa María. Psicóloga, trabajó en la Casa Cuna de Córdoba, en el Hospital Pasteur y en el Centro de Salud de Villa Nueva. Militaba en el PRT- ERP.

Cuando los militares ingresaron a la casa de los Felipe, en barrio Rivadavia, Paula tenía sólo 25 días.

En un violento operativo, se llevaron a la pedagoga villamariense Ester Felipe y la detuvieron en el centro clandestino de La Perla, donde fue sometida a torturas.

Diez días después, fue fusilada junto a su esposo, Luis Mónaco. Tenía 27 años.

La familia se abocó al cuidado de Paula y a buscar por cielo y tierra a su hija.

Recién ocho años más tarde, tuvieron la peor de las noticias, por testimonios de los compañeros de celda.

Fue un golpe duro para los Felipe. Quienes acompañaron el velatorio de la madre de Ester, recuerdan la desgarradora frase de Gregorio, el padre, quien dijo que a su mujer la mató el dolor causado por los militares.

Tal vez, ellos, como familia, representan el símbolo de lo que la dictadura no se pudo llevar: la dignidad, porque cada uno, en su actividad, representa un vivo testimonio de las utopías y las luchas que no pudieron callar pese a tanta muerte.

Elda Francisetti

Elda María Francisetti nació en Colazo el 2 de enero de 1950. Vivió desde niña en Villa María con su padre, su madre y su hermana Noemí, quien, como ella, fue víctima del terror.

Era estudiante de Ciencias Económicas, militante del PRT – ERP.

Desapareció después de haber sido secuestrada el 23 de mayo de 1977, en Morón, provincia de Buenos Aires, y llevada al Centro Clandestino de Detención ESMA. Tenía 27 años.

Del mismo grupo familiar, desapareció Marta Susana Ledesma, hermana de Juan Eliseo, padre de Ramiro.

Noemí Francisetti

Noemí Graciela Francisetti nació en Colazo. Ya radicada en esta ciudad, cursó sus estudios en el Instituto del Rosario y luego el profesorado en el Rivadavia.

Como maestra rural, dio clases en escuelas de Ballesteros y La Herradura.

Fue asesinada un día antes del inicio de la dictadura, el 23 de marzo de 1976.Tuvo un hijo, Ramiro, quien se crió con sus abuelos en esta ciudad.

Juan Ledesma

Juan Eliseo Ledesma, esposo de Noemí Francisetti y padre de Ramiro, fue secuestrado en Buenos Aires, el 8 de diciembre de 1975, por un comando del Servicio de Inteligencia del Ejército y llevado al Centro Clandestino Puente 12.

Era el representante de esa clase (hoy prácticamente desaparecida) de obreros y estudiantes, dado que partía su tiempo en duros jornales de trabajo, con las clases de la facultad.

Había nacido en Córdoba el 11 de julio de 1950. Trabajaba en la fábrica Fiat y era delegado de los Sindicatos Sitrac – Sitram. También, militante del PRT y comandante del ERP.

Alberto Garbiglia

Alberto Armando Garbiglia, “Pato”, era de Santa Eufemia, pero como tantos otros, decidió estudiar en Córdoba.

A partir del momento cuando comenzó a sentirse perseguido por los sicarios del régimen, los encuentros con sus padres y hermanas tenían lugar en Villa María.

El caso de su desaparición se hizo público 28 años después, a través de una nota de Jesús Chirino en El Diario.

Rosa Ana, hermana de Alberto, vive en Villa María, rompió el silencio y relató el calvario que vivieron desde la desaparición.

Dijo que la familia proviene de la localidad de Santa Eufemia. Allí nació, en julio de 1953, Alberto, el mayor de tres hermanos. Jugador de fútbol en su juventud, se lucía como número tres en el equipo local, el Club Rural Los Patos.

Como defensor formó parte de aquel histórico grupo que permitió que la institución volviera, luego de varios años, a subir a lo más alto del podio cuando logró el campeonato regional de 1972.

Luego de realizar sus estudios secundarios, inició la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba.

La hermana recuerda que en 1977 “estaba haciendo materias de tercer año”.

Pero no pudo seguir adelante con sus sueños. Fue otra víctima de la dictadura.

No hay fecha cierta de la desaparición de Alberto. Se calcula que sucedió entre junio y los primeros días de julio de 1977. La familia tampoco tiene datos certeros de su detención.

Aldo Enrique Apfelbaum

Aldo Enrique Apfelbaum, Cacho, era un inventor de oficio.  Nació en Villa María el 22 de febrero de 1932

Cursó la primaria en la localidad de Las Rosas y los estudios secundarios los realizó en la Escuela de la Armada.

Ante el difícil panorama que se vivía en el país, prefirió orientarse hacia la electrónica y por eso puso un taller de reparación de televisores en Villa Allende.

Allí lo encontraron los dictadores, el 17 de junio de 1977.

Fue arrancado del taller y secuestrado. Nunca más se supo de él. Tenía 45 años.

María del Carmen Sosa

Marta Sosa fue secuestrada en Córdoba el 10 de enero de 1976, cuando todavía no estaba declarado el terror, pero la Triple A sembraba muerte en todo el territorio nacional. Fue trasladada al Centro Clandestino de Detención Campo de La Ribera

Ella fue hija de Jerónimo Sosa, “Jeromito”, como lo conocían todos en Villa María. Jeromito fue uno de los fundadores del Club Alumni.

Desde pequeña, mostró vocación de servicio y estudió el magisterio convencida de que la educación era una herramienta poderosa para el desarrollo.

Con su título de maestra quiso seguir estudios de Psicología en Córdoba, para perfeccionarse en la Universidad. Era integrante del gremio docente y militante de Montoneros.

Tenía 32 años cuando la secuestraron. Y un hijo, Martín, que debió criarse con su tía en Villa María.

Marta Susana Ledesma de Comba

Nacida en Córdoba el 16 de agosto de 1947, era estudiante de agronomía en la UNC, donde también trabaja como no docente.

El 10 de diciembre de 1975 por la noche, personal perteneciente a fuerzas de seguridad sin identificación, irrumpieron en la vivienda en Córdoba donde vivían Sergio Héctor Comba y Marta Susana Ledesma de Comba (ambos militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo), junto a sus dos hijos, Marta Inés, de 4 años, y Gabriel Ignacio, de tres meses de edad.

El personal habría ingresado violentamente al domicilio y golpeado a Comba, para luego introducirlo en uno de los vehículos en los que se desplazaban y a su esposa en otro.

Los captores habrían conducido y alojado a Comba y Ledesma en las instalaciones que el Ejército Argentino poseía en el predio denominado “La Ribera”, en cumplimiento de órdenes emanadas por el jefe del Área 311 de la Zona de Defensa 3 diseñada para la lucha contra la Subversión, General de División Luciano Benjamín Menéndez.

Víctor Hugo Paciaroni Pacher

Nacido en Cañada de Gómez (Santa Fe), en 1952, Víctor fue empleado ferroviario en Villa María, donde tenía militancia gremial, y estudiante de arquitectura.

Militante del Partido Comunista, fue secuestrado el 3 de junio de 1976 en la vía pública, en Barrio Vélez Sarsfield, Córdoba. Tenía 24 años.

Miguel Ángel Arias

Miguel Ángel nació el 7 de febrero de 1957 en la ciudad de Córdoba. Fue estudiante del Profesorado de Historia y de Ciencias Económicas y militante de las Fuerzas Armadas de Liberación 22 de Agosto.

El 29 de junio de 1976 fue secuestrado por agentes del régimen, cuando tenía 19 años. Su mamá, “Beba”, quien vive en Villa María con otro hijo, nunca más supo de él.

José Brizuela

Nació en Córdoba el 20 de febrero de 1927. Era trabajador de EPEC, sindicalista de Luz y Fuerza y militante del Partido Comunista.

Fue secuestrado el 24 de octubre de 1977 en la ciudad de Córdoba y llevado al Centro Clandestino de Detención La Perla cuando tenía 50 años.

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